'No es en Frankfurt donde nos jugamos nuestro proyecto político'
-¿Qué opina de la decisión del actual ministro de las Culturas de no aceptar ir a la Feria de Frankfurt con Chile como invitado de honor?-Creo que la internacionalización del libro y de las industrias creativas es fundamental y es una necesidad porque efectivamente tenemos un mercado pequeño, pero no veo que sea en la Feria de Frankfurt donde se juegue nuestro proyecto político. No veo que esas sean las necesidades urgentes de las personas hoy en Chile.Julieta Brodsky, antropóloga, 39 años, madre de una hija, habla pausado como pensando cada frase que sale de su boca. Está sentada en el living de su casa en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, y mientras afuera llueve, la exministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se da el tiempo para analizar los 12 meses que estuvo en el cargo y que terminaron abruptamente en marzo pasado con el segundo gran cambio de gabinete del Gobierno, en medio de críticas a su gestión por declaraciones desafortunadas, paros de funcionarios, cero proyectos de ley presentados, además de la polémica del momento: la no participación de Chile como invitado de honor en Frankfurt.-¿Usted había tomado la decisión de ir o no a esa feria?-Yo trabajé para que pudiéramos ir como invitado de honor, porque antes de ser ministra, hice un estudio sobre internacionalización del libro y en donde Frankfurt aparecía como un espacio muy importante para Chile. Pero también siento que no es en estos debates, en estas contingencias, donde nos estamos jugando nuestro proyecto político.-¿Dónde se juega entonces?-Creo que tenemos que mirar un poco más allá y preguntarnos cómo estamos resolviendo las problemáticas que tenemos hoy, cómo estamos aportando a una transformación social. Tenemos que entender esta área de una manera distinta y no solo pensar en ella desde el paradigma de llevar las manifestaciones culturales más de élite a todas partes.-¿No es eso lo que debe hacer el Ministerio de las Culturas?-Eso es la democratización cultural y es lo que ha abordado la política pública en Chile en los últimos 30 años y está bien, pero no puede ser el único foco. Hoy hay otro paradigma más en boga, que es el de democracia cultural. Eso significa que no hay que fijarse solo en la cultura que debemos promover, sino también en las otras manifestaciones que hemos dejado de lado y tenemos que visibilizar y darles dignidad. Ese fue mi principal objetivo cuando estuve en el Ministerio.Julieta Brodsky nació en Santiago, pero a los dos años se fue a vivir a Tongoy con su madre artista, Paula Hernández -hija del periodista Luis Hernández Parker y la destacada artista textil Inés Solimano-, y su padre poeta, Pablo Brodsky. Era una vida muy austera, recuerda, donde no sobraba nada. Estuvo ahí hasta los 15 años.-Mi mamá siempre arrendaba la casa de Tongoy en el verano; entonces viajábamos. Ese año fuimos a México y para mí fue transformador. Entonces dije: "No me puedo quedar en este pueblo, necesito expandirme al mundo, salir de Chile". Creo que ese fue el germen de la antropología. Desde ahí ya no resistí más en Tongoy y a los meses me vine a vivir con mi papá a Santiago.En su familia todos se dedicaban al mundo de la cultura.-En mi familia eran artistas totales. Yo traté de escapar y siempre decía que no quería ser artista ni intelectual, quería ser científica. Pero después me fui yendo más hacia...
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