Ser o no ser: la crisis intelectual de la derecha
Al menos eso parece desprenderse del libro "La derecha en la Crisis del Bicentenario", del filósofo chileno Hugo Herrera, director del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales, y ganador, en 2010, del V Concurso de Ensayo convocado por dicha universidad, Artes y Letras de "El Mercurio" y el Goethe-Institut Chile.
Como sugiere el título, la crisis es doble. Es del país, y, en ese contexto, es de la derecha, que no sabe cómo responder. El "discurso de la derecha ha perdido significado, complejidad", se lee. Existe un vacío que debe ser llenado. "La idea que articula el libro", explica Herrera en su oficina del Instituto de Humanidades, "es que toda generación política tiene la tarea de comprender su situación, y desde ahí ofrecerle un sentido, una orientación, a la realidad". Algo que la derecha no está haciendo, a su juicio.
Reflejo de eso es, claro, la pérdida de apoyo electoral. Pero la crisis tiene que ver también, señala, con que "la derecha no tiene o ha perdido mucha presencia en estructuras legítimas de poder: en las poblaciones, las organizaciones estudiantiles, los sindicatos, las universidades (salvo algunas de nicho). Esa ausencia lleva a que no tenga un discurso capaz de comprender la realidad. Hay un discurso de trinchera, si se quiere, que sirve para la escaramuza".
Además, "no solo hay que considerar aspectos económicos o intereses individuales, sino que también cualitativos: hasta dónde a los chilenos les importa contar con vínculos colaborativos, cuál es la relación que se debe establecer con el paisaje, cómo deben organizarse las ciudades. A la derecha le falta ese trato con el otro, que lo tuvo; pero que vaya más allá del trabajo social de dos semanas que hacen muchos jóvenes, porque eso casi es turismo".
-¿Cuál es la "Crisis del Bicentenario"?
"Hay un desajuste entre los anhelos, las pulsiones del pueblo -la nación, el elemento humano- y la institucionalidad en un sentido amplio, no solo político".
Esa crisis, explica Herrera, se manifiesta en al menos siete "alteraciones" respecto al Chile de 1990: disminución del miedo, discusión pública menos condicionada por el pasado, masificación del conocimiento y la información, una élite que ha devenido en oligarquía, oligopolio en el mercado, centralismo y empobrecimiento espiritual".
-En el libro usted hace un paralelo con la crisis del Centenario. ¿Por qué?
"El período de la transición en Chile se inicia en 1990, el inicio del período que termina en la crisis...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba