'No tengo arrepentimientos'
De Chile, donde filmó "Los 33", la impresionaron los colores de la tierra, la fuerza avasalladora de María Segovia, a quien interpreta, y las desigualdades. En entrevista exclusiva desde París, la actriz cuenta que durante su estadía en nuestro país compartió como nunca con los otros actores de la película y que le gustó hablar con los mineros. También habla de sus hijos, de las envidias que ha despertado en su carrera, de cómo logró consolidar su independencia y de por qué no le asusta el paso del tiempo.
Por Daniela Mohor W.
Algo pasó.
Juliette Binoche dice que la primera vez que estuvo frente a María Segovia -la hermana del minero Darío Segovia y a quien ella interpreta en la película "Los 33"- pasó algo.
-Hubo como un... nos miramos y sentí una cercanía. Pensé entonces que ella me había aceptado del todo a mí como María Segovia. Y para mí fue importante, porque respecto de la historia de María y otras cosas tenía dudas en cuanto a mi posibilidad de actuar su rol.
Son las siete de la tarde en París y Juliette Binoche conversa por teléfono, sin apuro. Al contestar, pide unos minutos para "instalarse" y luego regresa mentalmente un año y medio atrás, a las semanas que pasó en Copiapó filmando la película.
-Había pedido verla antes, pero no se pudo -sigue, refiriéndose a la hermana del minero.
-¿Qué la atrajo del proyecto de la película y del personaje de María Segovia?
-La convicción de la directora y de mis agentes, que me imaginaron en ese papel mientras yo sentía que no era la persona en la cual había que pensar primero, porque no soy chilena. Pero entendí muy rápidamente que Chile es un pueblo bastante mezclado. Y luego conocí a María Segovia...
Como una novela de Victor Hugo
Cuando Juliette Binoche habla de Chile, mucho de su relato pasa por lo que María Segovia le contó. La actriz de 51 años -internacionalmente reconocida, premiada en los tres festivales de cines más importantes del mundo (Cannes, Venecia y Berlín), con un Oscar y una gran cantidad de otros galardones- cuenta que una vez que se conocieron vieron juntas un documental realizado por el gobierno sobre el accidente en la mina San José y que "tuvo la felicidad y el interés de hablar mucho con ella". También revela, aunque sin decirlo así, haber quedado impresionada con una historia de vida que puede parecer común en Chile, pero que para ella tiene ribetes novelescos.
-Cuando María me contó su infancia, fue (como una novela de) Victor Hugo. Es miseria. María Segovia vivía en la miseria. Y no sé cómo hizo para salir adelante.
-¿Qué fue lo que más la impresionó de ella?
-Su deseo de vivir, su energía que desplaza montañas. Lo que ella piensa, lo dice. Puede ser bastante seductora, pero tiene una especie de alegría de vivir, a pesar de haber pasado de periplo en periplo, de haber tenido una infancia difícil. Era huérfana y cuidó a sus hermanos y hermanas, empezó a trabajar muy niña, como a los 12 años, y ha tenido una vida de sobreviviente. Contra vientos y mareas. Tuvo que resistir a la miseria, encontrar una cama para dormir, encontrar un trabajo, y por eso hace las famosas... ¿cómo se llaman esas cosas que hace?
-¿Las empanadas?
-Empanadas. Voilá.
Al otro lado del teléfono, Juliette Binoche bebe unos sorbos de agua. Sigue con su relato. Tiene una voz suave, reconocible para quienes han visto las decenas de películas en las que ha participado en sus más de 30 años de carrera.
-A mi modo de ver, fue gracias a ella que los periodistas se interesaron en la noticia, muy al principio, cuando en la región aún no querían hacer nada para ir a buscar a los mineros atrapados. Fue ella quien empezó a hablarle a la prensa. No era la única, pero sin duda fue la que habló más fuerte y quien estuvo desde el primer día. Por lo tanto, gracias a ella las cosas avanzaron. Y eso no se reconoce lo suficiente.
-¿Cree que no se valora el rol que ella jugó?
-Sí. Creo que no se reconoce. Ella despertó celos, porque le gusta hablar...
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