Los niños deben aprender a comer más sano por su salud, no por estética - 11 de Marzo de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 841091791

Los niños deben aprender a comer más sano por su salud, no por estética

Con el aumento de la obesidad infantil, la cual se triplicó desde 1975 según informó este mes la Organización Mundial de la Salud (OMS), es razonable que los padres se preocupen de que sus hijos adopten una buena alimentación.Es en medio de esa lucha que pueden aparecer comentarios sobre cómo la comida afecta la apariencia física o la importancia de "hacer dieta" para bajar de peso.A juicio de especialistas en salud infantil estos discursos pueden tener un gran impacto en la percepción que un niño tiene de su cuerpo y en su relación con los alimentos.Aquí, una nutrióloga, una psicóloga y una nutricionista entregan consejos para impulsar hábitos de alimentación saludables, sin introducir a los menores en la cultura de las dietas.Ser el ejemplo"Lo que hemos visto es que los niños eligen una alimentación saludable cuando su entorno la tiene", asegura Bárbara Castillo, nutricionista infantil de Clínica Universidad de los Andes."Hay que entender que no sacamos nada con explicarles la importancia de las frutas y las verduras si es que finalmente los padres tienen una mala alimentación".Con ella concuerda Elizabeth Yáñez, nutrióloga y jefa del programa Crecer Liviano de Clínica Alemana."Un niño que crece donde se come comida chatarra o se prefieren las comidas hipercalóricas, asimila eso como parte de su cultura alimentaria", dice la doctora, quien recomienda a los padres respetar los horarios de las comidas como ejemplo para los hijos de una alimentación ordenada.No enfocarse en los kilos ni en dietasDe acuerdo con Andrea Saavedra, psicóloga infantil de Clínica Indisa, hay una delgada línea entre hablar con los niños sobre una alimentación saludable e inculcar una mala relación con la comida.Según la experta, hablar de la importancia de "hacer dieta" o de pesar ciertos kilos "para verse mejor" puede impulsar la baja autoestima y trastornos alimentarios, como anorexia o bulimia, en niños vulnerables a estos problemas."Si bien el ejemplo a través del comportamiento es importante, el discurso también es muy relevante", comenta Saavedra. "Hablar de que vas a engordar y te verás feo, por ejemplo, no fomenta buenas decisiones de alimentación, por el contrario, refuerza una asociación entre el peso y ser aceptado en sociedad", explica la psicóloga, quien advierte que esto puede llevar a los menores a perder el control y tener comportamientos riesgosos.En cambio, coinciden las expertas, es efectivo hablar sobre los beneficios...

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