Niños en las cloacas - 26 de Abril de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 779674309

Niños en las cloacas

DE PRONTO LA CARTELERA DE TEATRO, en un fin de semana largo, ofrece joyas. Esa es la categoría a la que corresponde la obra "Carnaval", de la directora y actriz Trinidad González, en funciones hasta este domingo en el reabierto Teatro La Memoria. Una obra delicada, fresca, cruda y profunda que aborda la problemática de los niños y las niñas que viven en situaciones de violencia, miseria y opresión en Chile y el mundo. Y cuyas historias nos recuerdan la fábula del Flautista de Hamelin, por medio de las imágenes de una ciudad vaciada de niños, en represalia a la codicia de los adultos, y por la presencia de las ratas.La puesta en escena tiene una composición coral originalísima. Es por medio de la música, parte de ella ejecutada en vivo, que se impulsa la acción y se hace la transición de una historia a otra. Es curioso: la música funciona como el latido de un corazón que bombea las arterias de las dolorosas historias que se desgranan en el escenario.Así se suceden relatos que sugieren distintas coordenadas geográficas: un par de hermanos víctimas de un conflicto armado, que han perdido familia y país, entran en una discusión obtusa con un oficial que no los deja pasar su frontera. La crueldad y el abuso de poder son la tónica de este cuadro. Luego, sigue la historia de una niña que se resiste, desesperadamente, a ser casada a la fuerza con un hombre mayor, sugiriendo una cultura que ve a las mujeres jóvenes como un objeto a poseer y subyugar. Una niña del altiplano que no puede ir a la escuela, o un niño criado con ovejas. Se continúa con varios niños sometidos a explotación laboral, en minas de carbón o zurciendo ropa en talleres, siempre en condiciones infrahumanas.Los tres actores en escena -Tomás González, Matteo Citarella y Trinidad González- interpretan, con rostros tiznados y cuerpos trémulos, a estos distintos niños cuyo denominador común es el sufrimiento infligido por los adultos. Su interpretación es impecable y se acoplan con eficacia en cada uno de los roles y tareas de movimiento, música y escenografía. Las voces de los niños son acompañadas de un teclado, guitarras y elementos mínimos (una cuerda, un pañuelo, un cuchillo) para movilizar este carrusel de tragedias que quitan la respiración.Según leemos en diversas entrevistas, Trinidad González comenta que una de las historias emerge de un trabajo de taller que dictó en las Yungas, Bolivia, y que animó a pensar este proyecto que pone el foco en la vulneración de derechos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR