Niños a la basura - 6 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 581975502

Niños a la basura

Nos imaginamos a Aylan, con sus tres años de edad, chapoteando en las aguas, con la desesperación de quien no sabe nadar, hasta que sus escasas fuerzas se terminaron y comenzó a hundirse. Por su pequeña cabeza pasarían, rápidas, mil imágenes: la de su madre, que también se estaba ahogando a unos metros de distancia; las escenas terribles de la guerra, que los llevaron a huir con lo puesto, y probablemente también recordó el momento en que la familia se subió a una embarcación comandada por unos hombres de caras poco amables, pero que debía llevarlos a la libertad.

Este fenómeno de fría distancia nos puede afectar a cada rato, cada vez que nos quedamos en las estadísticas, los papeles, los argumentos, y olvidamos que detrás de todos esos hechos hay gente muy concreta, tan real como el pequeño Aylan. Otro tanto sucede con el abandono infantil. Una cosa es saber que existen esos casos, allá lejos, y otra muy distinta conocer la historia de Adrián, en Arica, viviendo en condiciones inhumanas, amamantado por una perra.

Con la discusión acerca del aborto sucede algo semejante, en cuanto percibimos como ajeno y distante lo que no vemos. Oímos sesudas elucubraciones sobre el liberalismo y la autonomía; se barajan semanas más o semanas menos. Pero tanta palabra nos hace olvidar lo fundamental: el niño o la niña que serán partidos en trocitos y luego chupados por un aspirador, o que recibirán una inyección con una solución salina que pondrá fin a sus días, como el agua del mar terminó con la de Aylan. En un caso, sus cadáveres podrán ser empleados en clases de Medicina o aprovechados para obtener diversos subproductos. En otros, simplemente irán a parar al basurero.

No es de extrañar que muchos partidarios del aborto hayan cambiado de opinión con solo ver alguno de los documentales de Bernard Nathanson, el médico que una vez fuera llamado el "rey del aborto" y que abandonó esas prácticas cuando el ultrasonido le permitió ver las reacciones de un feto al que un amigo suyo estaba eliminando mediante un aborto. Necesitamos ver para creer lo que está sucediendo, sea en Siria, en Arica o en un quirófano.

El hecho de no ver, nos impide reparar hasta en las cuestiones más elementales. Así, entre los conceptos que más se utilizan en la discusión sobre el aborto está el de...

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