LA nieve DE SANTIAGO puesta a prueba - 24 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 729687453

LA nieve DE SANTIAGO puesta a prueba

Primera advertencia: no meterse por donde no hay huellas. Es lo que dice un joven esquiador a su compañero de ruta mientras bajan sus equipos de Fat-ski y Carving de una camioneta. La temporada recién comienza. Y lento. Se nota desde el estacionamiento alto de Valle Nevado. Un puñado de autos con esquiadores entusiastas y minibuses con turistas que han subido por el día. Mientras las canchas lucen prístinas, casi vacías, una fila de cien brasileños espera para tomarse la foto de rigor en lo que parece ser el hito más significativo del centro: una góndola roja que tiene un letrero que dice "Bienvenido a Valle Nevado, 3.000 metros de altura".

Desde lo alto de la telesilla Andes Express (promocionada como "uno de los máximos orgullos de Valle Nevado, por ser la única telesilla cuádruple desembragable de alta velocidad en Chile y una de las más modernas del mundo"), los esquiadores miran abajo, al manto nevado. Llevan esquíes anchos, especiales para usar en nieve honda. Pero el silencio lo anticipa todo. Lo que se ve es un manto de nieve aplanada, intercalada con manchones café que alertan que el arenal y la roca están casi a la vista. "Tendrán que esperar a la próxima nevada", dicen. Por ahora, de fuera de pista, ni hablar.

La telesilla disminuye la velocidad considerablemente para poder descender con calma. Es la primera bajada de la temporada, así que para calentar motores y no fregarse las rodillas, lo mejor es bajar por alguna cancha de dificultad media. Vamos entonces a Retorno Medio. Para llegar allí hay que pasar una zona empinada con algo de hielo, que provoca derrapes en los giros. Como estamos a más de 3.500 metros de altitud, las temperaturas son más bajas y el manto de nieve expuesto al paso del viento hace que sea una zona donde es fácil (y doloroso) caer. Pero pasado ese tramo comienza el descenso por una nieve polvo y amigable. El sol pega fuerte y la superficie esquiable es maravillosa. Por eso, repetir la telesilla Andes Express e intercalar con otras pistas de larga extensión parece la mejor alternativa: hablamos de pistas como La Momia, Samba y Sol, que hacen olvidar que son las últimas semanas de junio y apenas hay unos 40 centímetros de nieve acumulada.

A media mañana, un descanso en Bajo Zero es bienvenido. La terraza, quincho y restaurante está en la base de Andes Express y en la parte alta de la Góndola (Valle Nevado es el único centro que tiene este tipo de telesilla, con cubículos con ventanales cerrados y que lo pueden subir tanto esquiadores como personas que andan sin equipo). Aquí hay buen café, cervezas, todo tipo de cócteles, bebidas energéticas a base de mate y comida rápida. Pero en el quincho hay un quiosco que se llama La Leñera (con otra sucursal en el hotel, más grande), que ofrece unos suculentos anticuchos, que se sirven con pebre y pan ($14.900). También tienen asado de tira Angus ($15.900), y carnes ahumadas de largo aliento como el Pulled pork. Uno se puede sentar en la terraza y ver la intensa actividad de la escuelita de Valle Nevado, y luego prepararse para continuar hacia...

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