Nicolás Monckeberg - 7 de Noviembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 586419938

Nicolás Monckeberg

-Mono. Un profesor de inglés nos estaba enseñando cómo se decía monkey y no encontró nada mejor que ocupar las primeras letras de mi apellido para explicarlo. Me gustó, porque yo jugaba al arco, entonces era un halago.

-¿Qué recuerdo retorna a su cabeza cuando piensa en sus padres?

-Una vez le organizamos una fiesta en la casa a mi papá, cuando cumplió 50 años. Yo estaba en el colegio y le conseguí equipos de música para la fiesta. Cuando la gente no empezaba ni a bailar, lo llamaron a operar en un parto y tuvo que dar explicaciones e irse. Volvió a la una de la mañana y ya casi no quedaba nadie. Nunca se me olvidó. Ahí comprendí lo que significaba el compromiso que tenía con su trabajo. Admirable.

-¿Cuándo fue la última vez que pegó un combo?

-Lamentablemente, la última vez que intenté pegar un combo me pegaron antes. Soy peleador y a veces provocador, pero a la hora de iniciar la ronda de los puñetes no soy el primero en pegar y eso me ha traído muchas consecuencias. El primer puñete lo recibo yo y muchas veces me han dejado nocaut.

-¿Qué moda siguió en su adolescencia?

-La ridícula y absurda moda de los pantalones amasados. Yo recorría tienda tras tienda del Apumanque hasta encontrar el pantalón más raro, más de moda que se podía tener. Siempre he sido desfasado en las modas. Mientras mis hermanos escuchaban Iron Maiden, Judas Priest, yo me conformaba con baladas románticas que escuchaba mi papá. En la radio de mi pieza sonaba Julio Iglesias.

-¿Qué olores le dan placer?

-El de la fritanga de las sopaipillas a la salida del metro. Es afrodisíaco.

-Mencione el rechazo amoroso que más lo marcó.

-Nunca tuve un rechazo. Tengo que reconocer que en el plano amoroso he tenido muchas satisfacciones.

-¿Se ha rebelado alguna vez? ¿Frente a qué?

-Soy súper rebelde. Me rebelo a la autocomplacencia que veo en mi propio sector político. Por ejemplo, cuando dicen que hay zonas rojas, comunistas en Chile, donde la derecha no puede entrar, yo me rebelo. Me cambié de distrito para demostrar que Cerro Navia podía tener un diputado de derecha. Tampoco acepto cuando me dicen que en Chile no podemos rehabilitar a los presos. Cuando dicen que la única solución de la delincuencia es tener...

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