Aécio Neves aprovecha el impulso y busca amarrar los 22 millones de votos de Marina
Un día después de la primera vuelta, tanto para Neves como para la Presidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT), quien obtuvo el 41,5% de los sufragios, la consigna era una sola: intentar seducir a los más de 22 millones de brasileños que votaron por la ecologista Marina Silva (Partido Socialista, PSB), quien en agosto pasado llegó a posicionarse como la favorita en los sondeos, y terminó convirtiéndose en la gran decepción de los comicios.
Silva, quien conversó ayer tanto con Rousseff como con Neves, habría fijado sus condiciones, y se espera que el jueves haga un pronunciamiento oficial. Pero ya se especulaba con que le entregaría algún tipo de respaldo al candidato del PSDB. La ex candidata, quien fue militante del PT y ministra de Lula da Silva, ya le hizo un guiño a Aécio al señalar que el resultado de los comicios demostró que Brasil "claramente no está de acuerdo con lo que hay", mientras que el coordinador de su campaña, Walter Feldman, señaló ayer que veía "muy difícil" que se le diera un respaldo a Dilma, cuyo equipo fue muy agresivo hacia Marina.
En todas estas gestiones sería clave el lobby del ex Presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB), quien siempre tuvo palabras de elogio hacia la ecologista, y ahora podría cobrar el favor. Tampoco se puede descartar el rol de Lula, un viejo lobo con contactos en el PSB, que perteneció a la alianza oficialista.
Neves, en tanto, comenzó con todo su campaña, y ayer recalcó que su candidatura representa el "cambio" por el que apostaron los más de 57 millones de electores que, en total, votaron por algún candidato de la oposición.
"Mi candidatura es la encarnación del cambio por el que claman más del 70% de los brasileños", declaró. "La candidata oficialista habla de los 'fantasmas del pasado', y yo cito a los 'monstruos del presente': la inflación alta, la falta de crecimiento y la corrupción", agregó el ex gobernador de Minas Gerais, revelando los flancos que explotará en las tres semanas de campaña.
Dilma, a su turno, resaltó ayer que los socialdemócratas "nunca colocaron a los pobres en el presupuesto" y aplicaron "políticas sociales restringidas" en gobiernos anteriores. "La mayoría de los brasileños votó para garantizar lo que se ha conquistado", aseguró la Presidenta, quien dijo estar "segura" de que los votos de Silva se "dividirán" entre los dos candidatos del balotaje.
Pasada la primera vuelta, los expertos -algunos dañados en su orgullo- ahora tratan de entender cómo...
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