Netanyahu gana las elecciones en Israel, pero su partido pierde escaños
Con alrededor del 75% de los votos escrutados, el partido Likud de Netanyahu y sus aliados nacionalistas laicos de Israel Beitunu, se quedaron con 31 de los 120 escaños del Legislativo, un resultado peor al pronosticado por las encuestas. La gran sorpresa de la jornada la dio el nuevo partido centrista secular Yesh Atid -fundado en abril de 2012 por el ex presentador de TV Yair Lapid-, que hará su debut en la Knesset como segunda fuerza política del Parlamento, con 19 curules. Los resultados oficiales confirmaron, con ligeras variaciones, los sondeos realizados a pie de urna durante el día.
"Bibi", como le dicen al Premier en Israel, está pagando con escaños el descontento ciudadano por el aumento de la pobreza, el alza en el costo de la vida, las disparidades sociales y la crisis de la vivienda, coinciden analistas. Es que el Jefe de Gobierno centró su discurso de campaña más en la amenaza del programa atómico iraní que en temas domésticos, relegando también de la agenda el proceso de paz con los palestinos.
Esto le permitió al Yesh Atid ganar apoyo entre la clase media secular, con promesas de resolver la creciente escasez de viviendas, abolir las exenciones al servicio militar para estudiantes religiosos y modernizar el sistema educativo.
El Partido Laborista también se benefició en estos comicios, obteniendo la tercera posición con 15 diputados, seguido del ultraortodoxo sefardí Shas con 12. Luego se situarían el partido nacionalista religioso Habayit Hayehudí, que tendría 11 escaños; el ultraortodoxo asquenazí Judaísmo Unido de la Torá, 7; la formación Hatnuá, de la ex jefa de la oposición Tzipi Livni, 7; y el frente pacifista Méretz, con 6.
Primeras señales
Sin embargo, el bloque de derecha aún podría tener mayoría. Según las proyecciones, los partidos de derecha junto a los nacionalistas y ultraortodoxos reúnen entre 61 y 64 escaños, mientras que el bloque de centro e izquierda, más los partidos de la minoría árabe, podría sumar entre 56 y 59 diputados.
La tradición política israelí establece que el partido más votado reciba en primer lugar el encargo del Presidente de formar gobierno. Pero analistas advierten que el actual panorama podría complicar las negociaciones de Netanyahu e incluso ven una pequeña posibilidad de que el Premier no pueda conseguir un acuerdo para gobernar. Aunque es poco probable, podría tomar la batuta un bloque de centro-izquierda recurriendo a los ultraortodoxos.
Tras conocer las cifras preliminares, el...
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