Se necesita un cambio de mentalidad en la toma de decisiones operacionales
problemas sistémicos
Cuando subimos a nuestro automóvil o abrimos nuestro refrigerador y sacamos de él una caja de leche, estamos haciendo uso de productos de uso cotidiano, que nos rodean en todas partes. No nos detenemos a pensar en algo muy básico: cómo fue posible que ese automóvil existiera, qué acciones debieron ocurrir para que ese refrigerador pudiera ser fabricado y finalmente terminara en mi casa, qué decisiones y acciones debieron ser coordinadas y entre qué personas para que esa caja de leche pudiera estar disponible en un supermercado, llegar a mi casa y poder usarla.
La respuesta a todas estas preguntas tiene que ver con el uso muy inteligente de una serie de conocimientos que son parte de la ingeniería industrial y que se engloban en lo que se conoce como gestión de operaciones.
Esta disciplina entrega las herramientas que permiten satisfacer, de manera eficiente, a los clientes y usuarios de bienes y servicios. Sí, servicios también, ya que estos deben ser producidos al igual que el automóvil.
Para tener el automóvil, muchas cosas deben ocurrir: este fue fabricado en alguna planta automotriz en Asia, por ejemplo. Partes, piezas y materia prima de distintos proveedores debieron estar en el lugar correcto en el momento correcto y en la cantidad correcta.
Los procesos industriales que llevan al procesamiento de esas partes y materias primas, junto con las personas que participan en esos procesos, debieron coordinarse de manera sincronizada y eficiente, la calidad de lo que se fabricaba debió medirse y garantizarse adecuadamente.
Finalmente, una vez fabricado, ese automóvil debió ser trasladado al lugar apropiado para su venta, mediante una cadena logística adecuadamente coordinada que tomó en cuenta los costos de transporte, capacidades de barcos y otras variables. Ese automóvil fue trasladado junto a otros que también fueron fabricados sobre la base de estimaciones de las ventas que podría haber en su lugar de destino.
Por otro lado, consideremos el caso de un servicio, como es la atención en una sucursal bancaria. Aquí el "producto" es intangible, es la atención a cada cliente según sus necesidades, pero también debe ser "producido". Para que ese servicio se puede otorgar, el banco debió estimar las visitas de clientes que recibiría en la sucursal y el personal que deberá tener, a qué funciones este estará asignado y en qué horarios.
También el banco tendrá que estimar diversos insumos que se usan en la operación del día a...
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