El necesario ajuste fiscal - 27 de Febrero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 595984486

El necesario ajuste fiscal

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha liderado los esfuerzos por concientizar a su coalición de la real complejidad del escenario económico que vive Chile. Y a pesar de las constantes proyecciones a la baja del crecimiento, el lento dinamismo de la inversión, los decepcionantes indicadores de producción sectoriales, la abrupta caída del precio del cobre, una inflación que no ha cedido y las fundadas dudas respecto de la real salud del mercado laboral, la tarea no ha sido fácil para la autoridad.

Pero las cifras fiscales no pueden ser obviadas. La Ley de Presupuestos aprobada para 2016 suma un gasto total de más de US$ 57 mil millones, el déficit fiscal proyectado para este año se estima entre el 3% y el 4% del PIB, y distintas proyecciones sugieren que el déficit acumulado entre 2014 y 2016 sería de aproximadamente US$ 18 mil millones. Por su parte, la deuda del gobierno central superó los US$ 42.000 millones en 2015, equivalente al 17,7% del producto. Tal porcentaje es el mayor en más de 20 años de historia económica. Es necesario remontarse a 1994 para encontrar uno superior (22,9%).

De esta forma, en materia de cuentas fiscales, incluso el más avezado ingenio contable tiene sus límites. Por eso no sorprende la reciente información proveniente de Teatinos 120, en cuanto a que se estudia mantener la expansión del gasto público en 4,4% (en vez de 5,4%), y que la propia Presidenta haya confirmado esta semana la necesidad del ajuste.

En la senda regional

De proceder así, Chile seguirá el camino de varios países de la región. México, por de pronto, está llevando a cabo fuertes ajustes. La administración del Presidente Peña Nieto anunció un recorte al gasto público federal de 0,7% del PIB y un alza en la tasa de interés. Ambas medidas apuntan a evitar un endeudamiento público mayor.

Brasil, por su parte, ha anunciado recientemente un congelamiento del gasto fiscal, en una necesaria respuesta a una economía que, se anticipa, experimentará un retroceso en torno al 3,5% en 2016. La compleja situación ya ha significado una reducción en la clasificación de riesgo de ese país por parte de tres de las más importantes clasificadoras del mundo. De hecho, Moody's bajó en dos posiciones la clasificación crediticia de la deuda soberana brasileña esta semana, desde Baa3 a Ba2, dejándola en la zona de lo que es considerado como deuda especulativa.

Si bien la situación en Chile dista de la realidad de las economías argentina, brasileña y, por cierto...

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