Navieras vuelven a estar bajo la línea de flotación y temen más pérdidas - 9 de Junio de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 440054894

Navieras vuelven a estar bajo la línea de flotación y temen más pérdidas

Bajo la línea de flotación. Las compañías navieras más grandes del mundo -14 de las 18 más importantes del mercado- anotaron en los primeros tres meses del 2013 pérdidas en términos operacionales y márgenes de ganancias negativos. De las empresas chilenas abiertas, la más golpeada fue CSAV, de Luksic, mientras que CCNI, del grupo Urenda, logró estar entre las menos afectadas del planeta.

El retroceso de este año se suma a lo ya visto a fines de 2012. Y es que los resultados operacionales de los gigantes navieros se han transformado en una trayectoria digna de un carrusel. En 2009, las navieras se hundieron; subieron a la superficie en 2010, pero en 2011 volvieron a naufragar. Y el 2012 fue bipolar: de ganar y perder.

Este año, con un primer trimestre en rojo -pérdida de 4% en los márgenes operacionales- en el mundo marítimo hay una gran incertidumbre sobre lo que ocurrirá en los meses restantes. Y en parte ello se debe a que, como señala Ricardo Sánchez, jefe de la Unidad de Infraestructura de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), hay señales variopintas: EE.UU. se ve mejor, Europa sigue mal, y China se desacelera.

Si lo que está ocurriendo le suena familiar, es porque lo es. "Esta es la misma crisis que la del 2009", dice al respecto Ricardo Sánchez. Por eso, añade: "Lo que pase este año es incierto, pero las empresas ya están muy complicadas, porque vienen de cuatro años con pérdidas...ya no hay espacio para el management o los ajustes internos, eso ya se hizo, lo que viene será de sobrevivencia", dice el experto.

No es una conclusión que comparta toda la industria. CSAV, del grupo Luksic, sí ve espacios para reducir costos y situarse en el 10% de las navieras con costos más bajos del mundo.

Peor crisis de la historia

Las razones de esta crisis hay que buscarla en el boom de mediados de la primera década del Siglo XXI que hizo que muchas navieras encargaran barcos, cada vez más grandes y que ahorraran petróleo, para hacer frente al mayor comercio mundial. Cuando EE.UU. se desplomó en 2008 y luego siguió la crisis europea, vino una contracción del intercambio. Eso implicó, explica Sánchez, que las compañías afrontaran una menor actividad, precios de fletes marítimos más bajos -los que se recuperaron en 2012 y desde abril de ese año siguen cayendo- además de mucha oferta de barcos y una situación financiera delicada, debido a que tienen muchas deudas contraídas por la compra de nuevas naves. Para colmo, el petróleo...

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