Una navegación fotográfica por las Guaitecas - 11 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 552180338

Una navegación fotográfica por las Guaitecas

Luego de la primera noche en Coyhaique, el mismo chofer de Fotoviajes que nos recogió ayer en el aeropuerto nos lleva por la Carretera Austral Norte a Puyuhuapi. Llegamos primero al Parque Nacional Queulat, que cruzamos haciendo detenciones: elegimos el sector del Bosque Encantado (en la cuesta Queulat) para hacer un pequeño trekking y sacar más fotos. No hay mucho tiempo porque tenemos que llegar temprano a Puyuhuapi para zarpar, pero este bosque vale la pena. Más tarde hacemos una última parada en un mirador para fotografiar de lejos el Ventisquero Colgante.

Después de 45 minutos dejamos atrás el Parque Queulat y seguimos directo a Puyuhuapi, donde nos embarcamos en un yate Oyster 56: cómodo, tiene vela y motor, mide 56 pies (poco más de 17 metros), es especial para navegar los canales patagónicos y tiene capacidad para seis personas y dos tripulantes.

Partimos navegando por el canal Jacaf. La vegetación es prístina y los árboles llegan literalmente al agua. Después de tres horas alcanzamos Playa Bonita, un lugar casi caribeño -con arena blanca- donde bajamos a caminar. Luego zarpamos hacia isla Gala, que tiene un pequeño pueblo de pescadores y se caracteriza por la producción de merluza austral: aprovechamos de probar este producto en una picada antes de pasar la noche en el yate.

Al día siguiente, el tercero, partimos hacia isla Jechica, navegando de oriente a poniente, de forma perpendicular al continente, cruzando el canal de Moraleda (que resguarda a las embarcaciones del mar abierto) por una ruta llena de islas y fiordos, y donde vemos una orca pasar rápidamente a nuestro lado. Hay toninas y ballenas jorobadas además.

Este tramo de navegación dura unas dos horas y media, a lo largo del canal de Moraleda, hasta que comenzamos a meternos en canales más pequeños que permiten acercarse a las costas de las islas y ver la flora y fauna local.

Llegamos a Jechica al atardecer y de lejos parece la escena de una película estilo Jurassic Park, con un paisaje lleno de vegetación. En el muelle nos espera Luis Chadwick, dueño de la concesión isla Jechica y ex marino, quien ha dedicado gran parte de su vida a la navegación y será nuestro anfitrión.

En medio de la exuberante vegetación está el hotel Marina Jechica, única construcción en la isla, completamente adornado con productos locales.

Al día siguiente aprovechamos la mañana para hacer caminatas hacia los miradores y fotografiar el bosque nativo. Este lugar está lleno de líquenes, musgos y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR