La naturaleza de nuestros desacuerdos - 12 de Febrero de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 857502132

La naturaleza de nuestros desacuerdos

Ad portas del proceso constituyente, una y otra vez aparece la pregunta por cuál es la sociedad en que queremos vivir. Las miradas abundan y su contraposición abre paso al conflicto. Durante gran parte de la historia, la principal forma de resolver los conflictos humanos -políticos, religiosos- consistió en derramar sangre. De ahí que la mayor virtud de la democracia no sea que conduce al gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, sino simplemente que permite remover un mal gobierno sin necesidad de recurrir a la fuerza. Como dijeran los hermanos Amunátegui, que las cuestiones se resuelvan en la prensa a fuerza de artículos, no a balazos en los campos de batalla; que corran oleadas de tinta, allí donde antes corrió la sangre.Para muchos, esta concepción minimalista de la democracia resulta de un conformismo insoportable. ¿Por qué no aspirar a una sociedad más libre, más igualitaria y más fraterna, en lugar de entregarse a la mediocridad del votante mediano? A menudo, esta disconformidad con la democracia surge de la creencia de que existe un camino claro hacia la realización simultánea de todos los valores; que en alguna parte, por lejana que sea, existe una armonía entre todas las cosas que deseamos.El problema con esta creencia no es solo que no podamos ponernos de acuerdo en cuál sería ese camino. De ser ese el caso, los problemas políticos no serían más que problemas técnicos. El problema es mucho más profundo: las distintas miradas sobre la sociedad no solo buscan fines distintos, sino también, con frecuencia, incompatibles. Como...

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