Nacionalistas catalanes sufren duro retroceso en las urnas con su desafío independentista
Las caras largas se mezclaban con las banderas independentistas en el lujoso hotel de Barcelona donde se reunió anoche el partido del presidente de Cataluña Artur Mas, que sufrió un duro revés en su proyecto soberanista en las elecciones regionales.
"!Mas presidente, Cataluña independiente¡": un grito de respaldo recibió al candidato de la coalición conservadora nacionalista Convergència i Unió (CiU) cuando apareció cabizbajo ante sus seguidores tras saberse que en lugar de la mayoría absoluta de 68 curules que perseguía, tuvo que conformarse con 50 escaños, frente a los 62 que tenía hasta ahora. Este resultado le obligará a pactar con otras fuerzas en la cámara de 135 diputados.
"La situación no es fácil, pero seguiremos adelante", afirmó Mas, quien durante la campaña había enardecido a sus partidarios con la promesa de convocar un referéndum de autodeterminación en la próxima legislatura, después de que el Jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazara su propuesta para conceder a Cataluña un trato fiscal especial.
Tras adelantar las elecciones, Mas clamaba por una "mayoría excepcional" que impulsara el proceso soberanista, pero las urnas le dieron un duro golpe. "La situación sin duda es más complicada, pero eso no quiere decir que el país tenga que renunciar a sus objetivos", indicó ayer, al tiempo que admitió que los resultados de los comicios no le dan la "fuerza necesaria" para liderar el "proceso".
El líder nacionalista destacó que CiU sigue siendo la fuerza más votada, con 50 escaños, más del doble que Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, histórico partido de la izquierda independentista), que quedó en segundo lugar con 21 diputados. Sin embargo, reconoció que necesitará el apoyo de otros partidos para gobernar. "Cualquier opción de gobierno pasa por CiU, pero también es cierto que no podemos hacernos responsables únicos de la gobernabilidad del país", señaló, y pidió a otras fuerzas "responsabilidad" y abrir "un periodo de reflexión".
Contabilizados el 100% de los votos, los independentistas de izquierda de ERC doblaron su presencia, con 21 escaños, y el Partido Popular, que gobierna en España, ganó un diputado en el Parlamento de Cataluña, en el que tendrá 19 escaños, alcanzando una votación histórica.
El Partido Socialista de Cataluña (PSC), en tanto, fue otro de los grandes derrotados de la jornada al perder ocho escaños: lograron 20 diputados frente a los 28 que tenían y serán la tercera fuerza parlamentaria.
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