Nacido para reinar
-Qué bien le queda ese color a Letizia -dijo una mujer de unos 70 años, mientras en la transmisión de Antena 3 se aventuraban a analizar que la chaqueta rosa fuerte que lucía la princesa de Asturias era una clara señal a su suegra, la reina Sofía, que también elige colores similares para vestirse. Resaltaron, también, que a pesar de estar recibiendo un fuerte rayo de luz en su cara que le impedía leer con comodidad el discurso, el príncipe fue capaz de memorizar varias frases y decirlas mirando de frente al público. Algo que, hasta hace poco, simplemente no hacía.
Al final de sus palabras, un aplauso de pie coronó la intervención de Felipe. O Felipe VI, como ya le han empezado a llamar, partidarios y detractores, en España y en el mundo entero, a quien será el sucesor del recién abdicado rey Juan Carlos.
Pocas horas antes de esta escena, a las 8:00 de la tarde del martes, en la Puerta del Sol, un grupo de hombres y mujeres se reunía por segundo día consecutivo, en medio del calor incipiente de la primavera madrileña, para gritar "Felipe VI, te irás con lo puesto", "España, mañana, será republicana" y otras consignas para exigir un referéndum para que los españoles puedan elegir si quieren o no seguir con un régimen de gobierno monárquico parlamentario.
Pero esta vez no estaban los 20 mil manifestantes que llegaron hasta aquí el lunes pasado. Ahora solo había unos cientos. Tan pocos, que hasta el vendedor de suvenires que estaba en un costado de la plaza ofreciendo sus productos -desde banderas republicanas, que llevan de color morado en su franja inferior y que fueron el símbolo de la Segunda República Española, derrocada por Franco, hasta carteras tejidas a crochet con estos tonos- los vendía con letargo.
Para los partidarios de la monarquía, en tanto, la llegada de Felipe VI también marca un hito: el de la renovación de la realeza. Algo así como empezar de cero, después de que la credibilidad del rey decayera en los últimos años por el escándalo de fraude que rodea a su yerno Iñaki Urdangarin y a su hija Cristina, y también por su episodio de cacería de elefantes en Botsuana en 2012. Ambos hechos estuvieron muy presentes en los carteles que se vieron en la manifestación del lunes en la Puerta del Sol. "Que los príncipes y reyes se vayan a Disney... que si no, les tiramos a los dragones", decía uno de ellos.
Olla exprés
-No es que digamos "no a la monarquía" porque sí. Lo que reclamamos es por qué nos tienen que imponer que sea este señor (Felipe VI) el que esté aquí. Si estamos en democracia, nos deben dejar elegir como pueblo, no que nos impongan otra vez un rey -dice Nuria Silván, una profesora de 27 años que asistió a las dos convocatorias de protesta en la Plaza del Sol, vestida con una polera morada que en el centro lleva el símbolo de la España republicana.
Nuria es nieta de republicanos que debieron salir al exilio en Francia durante el período de Franco, y cuando habla de "la imposición...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba