Nacido y criado en Alto Hospicio - 14 de Julio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 732307649

Nacido y criado en Alto Hospicio

-¿Va pa' Hospicio?Es así. A secas. Hospicio, en la definición literal, es un refugio similar a un hospital, pero en esta comuna de 108 mil habitantes -según el último censo- todavía no existe uno donde puedan nacer los nuevos hospicianos. Yo nací en el Hospital Ernesto Torres Galdames, de Iquique. Pero viví toda mi infancia en Hospicio; ese es mi lugar de referencia.Alto Hospicio tiene una explicación incluso geográfica. Iquique está encajonada entre cerros que impiden su expansión y arriba, a 600 metros de altura y no más de siete kilómetros de distancia, hay una enorme planicie. Por eso, cuando en 1987 erradicaron a la fuerza a varios campamentos iquiqueños, la gente subió al cerro donde la vista mezcla el mar, la ciudad y el desierto. Yo nací en 1991 y mis papás llevaban varios meses instalados en las tomas; fueron 600 las familias que se radicaron en ese trozo de desierto, entre diciembre de 1989 y enero de 1990.Mi mamá cuenta que iba a buscar agua potable en un balde a la única llave que estaba a media cuadra; solo había seis pilotes en el pueblo. Y un transformador le daba la luz a toda la gente; cuando se cortaba, había que subirse al poste con una escalera para volver a girar el switch.Patricio Aylwin vino cuando era Presidente, en 1990, y vio la precariedad, los terrenos enrejados con mallas que usan en la pesca, y escuchó a Rosa Pérez, líder del campamento, que le contó cómo se vivía ahí. Aylwin dijo: "Estamos dispuestos a ayudar a Alto Hospicio para que sea una ciudad satélite, pues la pujanza y esfuerzo de sus pobladores así lo merecen".Al año siguiente llegó una delegación del gobierno noruego a aportar plata para crear la ciudad que quería Aylwin. Había un convenio de cooperación recíproca con ese país. Los vecinos postularon (con unos 180 mil pesos de la época) para obtener una casa; entre ellos, mis papás. Vaya uno a saber por qué Noruega se interesaría en aportar en un pueblo del otro lado del mundo, pero gracias a ellos tuvimos la primera casa, pequeña, pero en un terreno grande que permitía ampliarla, en un pasaje tranquilo.La expansión del pueblo fue rápida. En el centro, hacia 1998, gran parte estaba urbanizada. Había agua, luz, teléfono fijo. En la esquina se instalaba la feria que traía verduras del interior de la región; tomates de Arica y carne del sur. El único problema era que todos los trámites significaban bajar a Iquique.A finales de los 90, Alto Hospicio era una cosa rara. Ya no era una toma: llegaba hasta la...

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