El muralista de las mujeres - 13 de Marzo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 862239603

El muralista de las mujeres

Las paredes son perfectamente blancas y el piso de madera está inmaculado. A pesar de que hay más de una veintena de pinceles desparramados entre varios tubos de óleos, el estudio no tiene olor a pintura ni a aguarrás. Javier Barriga está frente a un cuadro en que una muchacha, que a veces parece mujer, aparece arrodillada con una cruz en la mano y una muñeca en el suelo. Está rezando, o pensando, o aprestándose para romper el símbolo religioso. O tal vez ninguna de las anteriores. La ambigüedad se ha convertido en una de las fortalezas del arte de este pintor y muralista.Barriga estudió Diseño en la Universidad Católica, donde hoy también dicta clases, pero nunca ejerció su carrera. En vez, cursó un taller en Florencia, Italia, para luego terminar sus estudios en Nueva York. Su arte se caracteriza por tomar elementos de los pintores neoclásicos: sujetos bien definidos y de una belleza terrenal, contrastados por la iluminación típica del barroco. "Caravaggio es uno de mis grandes ídolos", afirma.Dice que a los 15 comenzó a experimentar con las latas de spray y los grafitis. Sin embargo, también lo atraían las pinturas realistas y el arte clásico. Barriga, de 33 años, lleva ocho dedicado a mezclar estos dos estilos en murales realistas inspirados por mujeres.Las niñasSus primeros murales fueron una serie de mujeres, todas de espalda, con el pelo rubio tomado en trenzas. Visten telas de encajes o transparencias. Todas tienen una actitud que puede parecer contemplativa, indiferente, relajada o temerosa, u otra infinidad de actitudes, porque decidió no mostrarle al espectador el rostro."Me gustan las mujeres. Me gusta su ropa, la sugerencia que puede darse. Yo creo que alguien con ropa es mucho más atractiva que desnuda. Y con esto, he aprendido a buscar la promesa de esa belleza", dice.Cuenta que pintar mujeres de espalda partió porque admiraba a un pintor estadounidense: Andrew Wyeth. "Él tiene una serie de pinturas que desarrolló de la criada de los vecinos, que las hizo a escondidas de su esposa para no tener problemas. Esas pinturas, que eran muy íntimas, tenían la luz del barroco y su sujeto era una mujer de ascendencia alemana y que usaba trenzas. Entre ellas había una en la que salía de espaldas. La copié. Hice un cuadro chico que les gustaba a todas las personas que entraban al taller. Y además me sentía muy cómodo en ese lenguaje. Así encontré algo, copiando", cuenta Barriga sobre el génesis de estos murales, que hoy se pueden ver en...

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