La muñeca inflable que pasó todos los límites - 15 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 655536457

La muñeca inflable que pasó todos los límites

Si se mira todo esto en retrospectiva, no cabe duda que algo está debilitándose en el tejido social y en nuestra manera de plantearnos ante los problemas serios del país. Antes de que se produjera la entrega de la muñeca inflable al ministro de Economía, hubo quien ideó el regalo, hubo quienes "debatieron" sobre la pertinencia o no de la "metáfora", hubo quienes fueron a comprar el objeto. Otros lo inflaron. Seguramente se rieron mucho en todo el proceso; es probable que hayan cotizado varias posibilidades y hasta que hayan regateado. Fantuzzi dice que incluso hubo mujeres involucradas. Al propio ministro Céspedes en el momento le pareció muy simpático, según se puede ver en las fotos, aunque luego, advertido por la reacción ciudadana, recapacitó: "Quiero pedir disculpas por la situación de que fui partícipe".

¿Inadvertencia? ¿Frivolidad? ¿Sexismo? ¿Machismo? ¿Vulgaridad? Todas las anteriores. ¿Intención de ofender? Probablemente no, pero sí extrema torpeza, total prescindencia de los temas que hoy están en la discusión pública e inadvertencia de los procesos sociales que esos temas han catalizado. Además, banalización de la importancia y el respeto debido al "otro", a aquellos que no están en el vínculo directo -los que hacen el regalo y quien lo recibe- pero que forman parte de "lo público": los ciudadanos chilenos.

Están muy bien las postreras disculpas de Fantuzzi, pero el caso y las excusas obligan a ir más allá. Primero porque el debate público -que fue lo que quiso "estimular" el lamentable regalo- debe producirse en consideración del otro para que sea un debate informado y serio. "Fue solo una broma", defenderán algunos. No. Nada puede ser más serio que el humor, en especial en una situación pública como es la cena anual de Asexma.

Este caso es un síntoma -y uno muy preocupante- del deterioro y la degradación del debate público, que se da a todo nivel.

Las materias de discusión hoy son abordadas desde la precariedad cultural, muchas veces haciendo uso de convicciones ideológicas que no admiten discusión; otras utilizando eufemismos y descalificaciones a priori , y casi siempre incorporando alternativas "livianas" para plantear temas de fondo. La "muñeca inflable" es una representación más de la farandulización social que reina sobre las políticas de Estado y sobre el camino que toman los problemas que aún no tienen solución. Una suerte de "pan y circo" para la masa -asunto fallido en este caso puntual- en vez de planteamientos de...

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