El mundo está perdiendo la oscuridad de sus noches por la luz artificial - 23 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697255761

El mundo está perdiendo la oscuridad de sus noches por la luz artificial

Utilizando satélites meteorológicos, un grupo de investigadores estableció que entre octubre de 2012 y octubre de 2016, las zonas iluminadas en la superficie terrestre aumentaron en promedio poco más de 2% al año. Pero además, el brillo total del planeta también subió, acorde a lo anterior, en 2,2%. Los resultados aparecen publicados en la edición de ayer de Science Advances.

"La noche de la Tierra se está volviendo más brillante. Y el problema es que no se esperaba que esa claridad fuera tan uniforme, sino más bien de algunos países", cuenta Christopher Kyba, del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ).

Recambio engañoso

Hay más hallazgos. Si bien en muchas ciudades se han hecho importantes recambios a luces LED, cuando se miran los datos globales se ve que "todo el ahorro que se ha logrado con ello es anulado por nuevas luces o luminarias más brillantes encendidas en otras zonas".

Estas nuevas áreas iluminadas tendrían directa relación con la fuerza económica. Son los países en desarrollo de América Latina, Asia y África los responsables de ese aumento, y en donde las luces LED todavía son escasas.

Considerando los dos factores antes mencionados, continúa el experto, estos resultados son la base para lograr estudios más acabados. "Se debe considerar que los satélites no son sensibles a la luz azul -la que mayoritariamente emiten las luces LED-, por lo que el aumento del brillo nocturno de la luz de la Tierra que estamos reportando es solo el límite inferior de ese aumento", asegura.

El problema asociado a esto, dice el estudio, no es solo el consumo energético, sino también las consecuencias que pueda tener en los ecosistemas, e incluso, en la salud humana.

"Desde la perspectiva evolutiva, la luz artificial nocturna es un nuevo factor de estrés", asegura Franz Holker, del Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental, en Berlín, Alemania. Esto, porque esa luz ha sido introducida en lugares, tiempos e intensidades que no ocurren naturalmente, por lo que los organismos no tienen oportunidad de adaptarse a este nuevo escenario.

El impacto es difícil de dimensionar aún, pero si se considera que el 30% de los vertebrados y sobre el 60% de los invertebrados son nocturnos, las consecuencias podrían ser mayores. De esta manera, la luz artificial podría incidir en los hábitos nocturnos y en los patrones de reproducción y migración de muchas especies distintas.

Incluso, los vegetales también podrían ser afectados por...

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