Estímulo monetario, limitado - 20 de Diciembre de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 482209746

Estímulo monetario, limitado

Hace apenas unos meses parecía que Ben Bernanke terminaría su mandato de ocho años como presidente de la Reserva Federal sin saber si su intento más audaz y controvertido para reactivar la economía iba a funcionar.

Eso parece un poco menos probable ahora. El 18 de diciembre, él y sus colegas anunciaron que había llegado el momento de reducir su programa masivo de compra de bonos con dinero recién impreso (apodado flexibilización cuantitativa, o QE). Los inversionistas reaccionaron con euforia, con los índices de empresas grandes y sólidas ( blue chip ) alcanzando niveles récord. Bernanke dijo que el programa iba "bien en su camino hacia el cumplimiento de nuestros objetivos económicos" de poner la recuperación de la economía en una senda de mejora continua. Si eso es cierto, no se sabrá hasta mucho después de que finalice su mandato, el 31 de enero, pero por ahora el mercado parece estar de acuerdo.

La Reserva Federal comenzó su actual tercera ronda de QE en septiembre de 2012, y, a diferencia de las rondas anteriores, lo hizo sin fecha para término: continuaría hasta que las perspectivas del mercado laboral mejoraran claramente. Pero a medida en que el crecimiento seguía a sobresaltos, los funcionarios de la Fed y los participantes del mercado empezaron a preocuparse: ¿y si la economía nunca mejorara? ¿Seguiría la QE ad infinitum ? ¿O sus desagradables efectos secundarios, como las burbujas de activos, forzarían su reducción con sus objetivos no alcanzados? El verano pasado, cuando la economía oscilaba y el Congreso decidió el cierre parcial del gobierno, Bernanke dejó pasar la oportunidad de recortar los estímulos. Pero entonces la marea, casi milagrosamente, comenzó a cambiar.

El ritmo de crecimiento del empleo aumentó, la tasa de desempleo descendió (aunque en parte debido a la disminución de la fuerza de trabajo), las ventas del retail y la actividad manufacturera se recuperaron. El Congreso declaró una tregua y aprobó a un acuerdo presupuestario que por primera vez aflojó el tornillo de banco fiscal, aunque modestamente, y las economías extranjeras mostraron señales de impulso. Incluso el sector de viviendas, que vaciló mientras las tasas hipotecarias se dispararon anticipándose al recorte de estímulos, no se derrumbó, y de hecho la construcción de viviendas en noviembre alcanzó un récord post-recesión.

Bernanke no declaró misión cumplida bajo ningún término. La QE continuará, sólo que más lentamente; empezando en enero, la Fed...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR