Las mujeres tras las 'chinitas en el espacio' recuerdan el hito científico 21 años después - 20 de Septiembre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 849419834

Las mujeres tras las 'chinitas en el espacio' recuerdan el hito científico 21 años después

La doctora Natalia Castillo se casó esta semana. Una ceremonia íntima, con su familia. Algo sencillo y simple, como siempre quiso. "Cuando mi marido me pidió matrimonio, el anillo venía en una caja con forma de chinita", dice esta profesional del Hospital El Carmen, de Maipú.Castillo formó parte del grupo de alumnas del Liceo 1 Javiera Carrera, de Santiago, que en julio de 1999 concretó con éxito uno de los escasos hitos espaciales de Chile: enviar al espacio un experimento de chinitas para ver si en las condiciones de microgravedad estas podían controlar una plaga de pulgones que atacaba un cultivo. Desde entonces las chinitas acompañan su vida."En ese entonces la gente no pensaba en cultivos en el espacio y encontraban que era descabellado que unas niñas propusieran un control natural de plagas. Pero con los años cobra más sentido. Ya se ha logrado cultivar en el espacio y se habla de la posibilidad de que gente viva en Marte", dice Cecilia Martínez, profesora de Matemática en el mismo Liceo 1, donde partió esta historia.No fue fácil. A más de 20 años de ese logro las alumnas recuerdan el esfuerzo que significó. No solo dedicaron tiempo al experimento -el que duró más de cuatro años y vio pasar a tres generaciones de alumnas- sino que también tuvieron que reunir recursos. "Diseñar y construir el experimento costaba plata, mandarlo en un transbordador al espacio aún más. Hacíamos de todo para juntar dinero. Lo que me quedó más marcado es que tuvimos que ir a San Carlos de Apoquindo, después de un partido, y pedir plata en un tarrito. De a poco el país se fue involucrando y hasta hicimos una fiesta en la Estación Mapocho con el grupo los Auténticos Decadentes", recuerda Martínez.Nace una idea"Hay que pensar que éramos de un liceo público, sin muchos privilegios y en el cual coexistían muchas realidades. En mi caso, por ejemplo, mi mamá trabajaba y yo cuidaba a mis hermanos chicos. Como el experimento requería que yo le dedicara tiempo después del colegio, mi mamá decidió renunciar para que yo participará. Mi familia se involucró de lleno en esto", agrega Natalia Castillo."La NASA financiaba casi todo. Ellos ponían el 85% y nosotros el 15%, pero como mandar a las chinitas al espacio era tan caro ese 15% era mucho dinero", dice la ahora doctora Natalia Ojeda, quien se desempeña como jefa de la Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Barros Luco, y que ha debido cumplir un rol crucial ante la pandemia de covid-19.Como Natalia Ojeda y...

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