Las otras mujeres del fútbol
-!El árbitro es un juez deportivo y administra justicia¡ !Es importante imponer la voz¡ -dice fuerte como si hablara por un megáfono.
Sigue:
-No puedo decir así (habla con una entonación suave): "siga señor, juegue". Tengo que decir !!!SIGA SEÑOR¡¡ !!JUEGUE¡¡¡
Todos en la sala ríen.
-¿Profesor y nosotras cómo lo hacemos? -pregunta Victoria González (23), presidenta del curso, menuda, de ojos delineados y uñas pintadas.
-¿Ustedes? !Tienen que sacar la voz igual¡ Tienen que decir: !!!SIGA SEÑOR¡¡¡ !Con voz autoritaria¡
Si hace diez años era impensado que una mujer fuera jueza deportiva, a medida que el fútbol femenino se ha masificado, son cada vez más las que estudian para convertirse en árbitros de fútbol profesional. Como Victoria. Y como Támara González (22), Yamilet Montoya (20) y Genésis Lillo (25).
El Instituto Nacional del Fútbol (INAF) ha impartido la carrera hace casi dos décadas, pero la primera mujer entró recién en 2005. Este año en INAF hay cuatro mujeres entre 53 alumnos de arbitraje.
Anualmente, las mujeres no constituyen más del 10 por ciento del total de inscritos y en la historia de la carrera han habido solo 35 egresadas. Una cifra que la ANFP quisiera ver aumentar, dada la creciente frecuencia de partidos del Campeonato de Fútbol Femenino que se juega todos los fines de semana.
La clase práctica está por comenzar. Victoria, Tamara, Génesis y Yamilet visten trajes deportivos y llevan el pelo engominado. Cada una carga al hombro su organizador con dos banderolas, un silbato, una moneda de la FIFA (con la que deciden quién inicia el partido) y tarjetas amarillas y rojas. Caminan hacia la cancha sintética donde simularán un partido. Tamara cuenta:
-Cuando le dije a mi familia que quería ser árbitra no me creyeron. Todos se rieron. Y me sentí sola. Igual me matriculé. Después me vieron con el buzo de árbitra y hoy sacan pecho por mí.
Ya en la cancha, las cuatro jóvenes toman posición. Tamara actuará de árbitra: revelará infracciones y sanciones. Yamilet y Victoria serán asistentes: indicarán el fuera de juego, los saques de banda y tiro.
Hay neblina, el pasto está escarchado, las árbitras asistentes revisan que las mallas del arco estén en buen estado. Ruperto Monsalve, a un lado de la cancha, vocifera:
-!!!Levanten la vista¡¡¡ !!!No escucho el silbato¡¡¡
Sobre la línea de banda, Yamilet y Victoria despliegan su banderola color fosforescente. Tamara toca el silbato. Comienza el partido.
Cuando se anunció que el Mundial femenino Sub 17 de 2008 se realizaría en Chile, en la Comisión de Arbitraje de Fútbol de la ANFP se dieron cuenta: no había suficientes árbitras preparadas para participar en una competencia de ese tipo.
-No había interés por parte de las mujeres. Cuando nos dijeron: "Viene un mundial" !No había una sola árbitra¡ Algunas arbitraban a nivel de competencia universitaria y las reclutamos para participar -recuerda Gastón Castro, ex árbitro mundialista (España 82'), director de carrera en el INAF.
Para el mundial, Barbra Bastías (32) se destacó como árbitra asistente. Para prepararse, asistió a divisiones masculinas. Una vez en el mundial, hizo un llamado.
-Sentí lo importante que era tener un plantel de árbitras. Me di cuenta de que había que invitar a las mujeres a integrarse al fútbol -dice.
Gastón Castro asegura que desde entonces...
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