Mujer sin medias tintas
Grimanesa Jiménez se sienta, derecha como una figura estatuaria en su living. Vive en un departamento en Ñuñoa. Hasta hace poco convivía aquí con su única hija mujer y una de sus cinco nietos, pero ellas se independizaron. Hoy vive sola y le gusta. Es independiente y autónoma. Lo aclara en todo momento y, cuando no lo dice, relata episodios que lo atestiguan. En su octava década, esta actriz que saltó a la fama en la serie "Los Venegas", a fines de los 80, dejó atrás los tiempos en que actuaba en tres cosas a la vez, cantaba ópera y, además, bailaba flamenco. Ahora es selectiva. Trabaja solo en horarios acotados. No acepta ensayos teatrales en la otra punta de Santiago ni horas extenuantes. Se da el lujo de elegir, porque, después de medio siglo como actriz, la siguen requiriendo.
Lleva tres años fuera del radio de las teleseries -tiene 25 en el cuerpo- pero en este tiempo ensayó, dice, para "Casa di Angeli" de la cineasta Valeria Sarmiento, participó en el programa de Carlos Pinto e hizo otra serie de doce capítulos para la televisión. Hoy puede escoger, subraya, porque "no tengo problemas económicos. Soy ordenada, tengo unos padres que me dejaron muy bien. Soy hija única". Recién la llamaron de Mega para una teleserie de mediodía, pero ella declinó a la primera. "Tenía que ir a un estudio en Independencia, !lejísimo¡ y me perdí. Dije que no. Ir casi cuatro veces por semana a las ocho de la mañana, era mucho. Les dije que, cuando tuvieran un papelito en que yo pudiera trabajar el martes, de 10 a 12, !estupendo¡". Es irónica y crítica de la televisión, un medio que ella conoce al revés y al derecho, que la hizo vivir el reconocimiento, pero también la frustración.
-Los temas son muy pocos atractivos en una teleserie hoy. A mí me gustaría que fueran teleseries históricas, por ejemplo. Que hablaran de la historia de Chile, porque, aunque es un pellizco así nomás, en una teleserie histórica se puede apreciar realmente lo que es hacer un papel. En general, en una teleserie es 'tú me quieres y yo te quiero y nos queremos todos, y yo te odio'. !Cosas muy básicas, creo yo¡ Los actores aquí pueden hacer cosas mucho mejores.
-¿Y quién es el responsable?
-No sé quién puede ser el culpable, el que escribe, o el que pone los temas, o el mismo canal. 'No se puede decir esto ni lo otro o se puede decir solo esto y lo otro'. Es lo que pasaba en la dictadura, por ejemplo.
-¿Usted sintió esa censura?
-!Claro¡ Absolutamente. Yo conocí a colegas actrices que las echaron del canal por ser comunistas. Comunistas entre comillas, eran de izquierda. Las echaron de los canales porque los canales no podían tener gente así. Cosa rara, porque eran buenas actrices y buenos actores. Pero eran considerados peligrosos.
-Y usted, ¿es de izquierda?
-Yo diría que soy más social. Más sensible a las cosas que le pasan a la gente, a las etnias, a los animales. Eso me afecta.
Mirando hacia atrás -debutó en televisión a los 40 años, cuando Arturo Moya Grau la llamó a hacer 'La Colorina' en TVN- Grimanesa evalúa que 'toda mi vida he hecho cosas bonitas. No tengo un periodo...
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