La mujer que combate al microtráfico en Alto Hospicio
Martes 12 de junio de 2018. Seis de la mañana. Alto Hospicio.
Todo está listo para iniciar la "Operación Extinción", el más grande operativo de drogas que haya realizado el plan "Microtráfico cero" (MT-0) de la PDI en la región de Tarapacá. Un escuadrón de 187 detectives, provenientes de lugares como Arica, Copiapó o Calama, espera las instrucciones finales. Están reunidos en el estacionamiento de un parque industrial en Alto Hospicio, ubicado a 13 kilómetros al suroeste de Iquique. Al mando de esta operación, tan arriesgada como inédita, hay una mujer, la subcomisario María Paz Aguilera. Durante un año planeó, ella distribuyó los recursos, organizó al contingente policial y contactó gente hasta última hora. Dos días antes del operativo, cinco de los 13 equipos comprometidos se bajaron. La subcomisario tuvo que resolver pidiendo refuerzos a Macul y Villa Alemana.
Esa fría madrugada pampina, la subcomisario Aguilera solo espera las últimas órdenes para iniciar la ejecución de "Extinción". Cuando el jefe regional de Investigaciones en Tarapacá, prefecto inspector Cristián Muñoz, inicia el último discurso ante el contingente de detectives que saldría a detener a decenas de sospechosos de microtráfico en esa comuna, ocurre algo inesperado: se corta la luz. Un poste falla y todo queda en penumbras. La luz de una cámara de video sirve para sortear el problema. En una sala contigua, los detectives siguen las instrucciones que les entrega la subcomisario Aguilera, quien revisa cada una de las caravanas que suman una cuarentena de autos y, a falta de la pantalla gigante que tenían planeado utilizar, con un Notebook les enseña las fotografías de los sospechosos que deberán detener. Apenas termina, el subprefecto Mauro Mercado, coordinador nacional del MT-0, le pregunta a la detective:
-!Subcomisario¡ ¿Estamos todos?
María Paz responde con seguridad:
-Sí, las caravanas están listas.
Minutos después los autos parten en dirección a las casas asignadas.
Los vecinos del sector La Pampa de Alto Hospicio se despiertan con el sonido del helicóptero y los vehículos policiales estacionándose en sus pasajes.
Lo que viene después es una operación fuerte. Detectives revientan puertas con arietes y patadas. Hay detenidos en el piso, boca abajo y son esposados. Hay gritos. Algunos vecinos corren tímidamente las cortinas para mirar lo que ocurre. María Paz Aguilera recorre cada una de las casas de los sospechosos y anota cada logro cumplido con un ticket en su...
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