Las muchas vidas de Ernesto Ottone - 23 de Mayo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 570804470

Las muchas vidas de Ernesto Ottone

Cosas nada fáciles para un hombre que, por voluntad propia, decidió tomar el posnatal de 9 meses que entregaba el Estado alemán para criar a su primer hijo, Liam, quien hoy tiene 15 años, cuando con su primera mujer vivían en Berlín.

-Yo soy muy presente como papá, entonces esto ha sido duro para mis hijos. La más chica me reconoció el otro día en la tele, eso ya es todo un hecho -dice mientras entra a su oficina ubicada en pleno centro de Santiago.

-Te digo, han sido jornadas de locos. Hace unos días nos quedamos trabajando hasta las once de la noche y subió el nochero para pedirnos que saliéramos. Había que cerrar el edificio.

Ernesto Ottone Ramírez, 42 años, hijo del primer matrimonio de Ernesto Ottone Fernández, abogado y gestor cultural, dejó Chile cuando tenía apenas tres meses de vida. Era febrero de 1973 cuando a su padre, activo militante del Partido Comunista, y más tarde uno de los más cercanos colaboradores del Presidente Ricardo Lagos, le dijeron que debía hacerse cargo de la vicepresidencia de la Federación Mundial de las Juventudes Democráticas, una especie de ONU de los países comunistas, con sede en Budapest, Hungría.

A los Ottone Ramírez no les costó mucho partir: tenían ideales y una vida por delante. Pero todo eso quedó trunco, cuando siete meses después se produjo el golpe en Chile y esta familia no pudo volver a su país por más de 15 años.

Se quedaron viviendo bajo la mirada y estilo de vida de los comunistas en Hungría.

-Fue una época en que a mi papá lo veíamos poco, porque vivía dando vueltas entre Angola, Cuba, la Unión Soviética. Mi mamá se hacía cargo de todo. En ese país hice mi jardín infantil y mis primeros años de colegio.

Los recuerdos de aquella época son buenos, dice, salvo las temporadas que debía pasar en los campamentos de formación comunista. Tuvo que empezar a ir a los 7 años.

-Eran lugares bien especiales. Eran lo mismo que los boy scouts, pero de color rojo.

Cuenta que nunca le entusiasmó mucho la política y que estuvo lejos de sentirse parte de los cuadros comunistas, porque "cuando uno es niño, no es nada, es niño nomás", y que él estaba más interesado en el arte.

Lo supo cuando a los 7 años llegó al colegio la productora del canal público húngaro buscando rostros para hacer un programa de TV. Lo eligieron a él y estuvo dos años haciendo un programa.

-Éramos cinco cabros y teníamos filmaciones cada dos semanas. El programa se trataba de mostrar a la gente cómo se construyó la historia del mundo, el hombre prehistórico, el Medioevo, hablábamos, jugábamos, interpretábamos. Era muy entretenido, porque pasábamos los fines de semana solos.

Claro que lo más emocionante para Ernesto Ottone fue que con el dinero que ganó pudo comprarse su primera bicicleta.

-En un país donde los accesos a los bienes y servicios eran limitados, el solo hecho de que me pudiera comprar una bicicleta era increíble.

-¿A su papá no le pareció mal que usted no demostrara demasiado interés por el partido?

-No, porque él, en esa época, ya estaba en un proceso de transformación política.

Ernesto Ottone padre...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR