Movilizaciones e intereses del país - 29 de Junio de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 285189079

Movilizaciones e intereses del país

Las movilizaciones que han llevado a cabo estudiantes universitarios y secundarios, así como las demandas del Consejo de Rectores, se presentan como exigencias representativas de los intereses del país, cuya satisfacción elevaría la calidad y equidad de su educación, afectada por una historia de reducidas y equivocadas inversiones. El análisis de no varios de esos planteamientos abre dudas fundadas sobre aquello, pero el mundo político reflexiona poco al respecto, y deja exclusivamente en manos del Ministerio de Educación las respuestas a esos grupos de presión. Éstos cuestionan el lobby que puedan hacer otros sectores en materia educacional, y aunque muchos de ellos satisfacen sólo intereses particulares, consideran que sus reclamos no tienen ese carácter.

Es el caso, por ejemplo, de la demanda de estudiantes secundarios por centralizar la educación escolar. Es legítima la duda en cuanto a si la municipalización es el modelo apropiado para organizar la educación estatal, pero no la hay en cuanto a que los modelos exitosos de educación pública son descentralizados. Una educación centralizada sirve sólo a los intereses de gremios, como el Colegio de Profesores, pero no a la calidad. Algo similar ocurre respecto de incrementos del aporte fiscal directo o, más generalmente, del financiamiento basal a universidades estatales. Este modelo de financiamiento está en retirada en el mundo, asignándose cada vez más recursos sobre la base de convenios de desempeño con contrapartidas asociadas al volumen y calidad de la investigación y desarrollo, y a demandas específicas sobre docencia. Y más allá del modo de asignación, se puede debatir si los recursos para educación superior son suficientes, pero ambos factores están íntimamente relacionados. Si se pidiesen más recursos distribuidos por medio de convenios de desempeño a instituciones con altos estándares de investigación y docencia, probablemente el enfoque de las autoridades y del país, en general, sería distinto.

Tampoco parece conveniente que el Estado financie una parte significativa del costo de la docencia en educación superior. No hay en ella mayores externalidades, y sus egresados...

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