Morir a los 16: la trastienda de una tragedia - 29 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 562654306

Morir a los 16: la trastienda de una tragedia

No había por dónde arrancar. Pero nadie intentó hacerlo. Una señora comentó: "Para qué hacen eso estos cabros". Y eso fue todo.

Poco antes, durante el velorio, un matrimonio del mismo conjunto de blocks de la población Héroes de Iquique 1, en Maipú, conversaba con "El Mercurio": "¿Sabe por qué es más difícil criar a los hijos ahora? Por las leyes... Usted les da una cachetada, y a la segunda le dicen: "Te voy a demandar". La mujer que está a su lado continúa: "Y usted les habla, y ellos no escuchan, porque están con el celular escribiendo y se comunican y se juntan sin que usted se dé cuenta. La próxima generación va a tener los dedos más largos, porque a eso se dedican: a teclear en el celular".

Adán (15) es uno de los dos adolescentes que aparecieron muertos el sábado 21 a las 8 de la mañana después de consumir una combinación de morfina (para calmar los dolores) con clorfenamina (para combatir las alergias), metrosol (contra parásitos) y pasta base.

Génesis (16) lo acompañó en esa "volada" que los llevó a cruzar el umbral de la vida. Ese mismo día, en Peñalolén, apareció otra adolescente muerta, pero por inhalar gas propano, al cual era adicta.

Dos chicos del grupo que la noche del viernes 20 compartieron el festín de drogas en la plaza El Abrazo de Maipú, camino a Rinconada, terminaron al día siguiente en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital El Carmen, en la misma comuna, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Frente a este tema, la directora del Senda (Servicio Nacional para la Rehabilitación y Prevención de Drogas y Alcohol), Lidia Amarales, puso énfasis en el rol de los padres, que no saben dónde están sus hijos. ¿Sabían ellos en qué estaban Adán, Génesis, Nicole y Sebastián?

La fiscalía investiga lo que pasó esa noche, mientras Nicole, una de los dos sobrevivientes, junto a Sebastián, se despertó el miércoles del sueño que la tuvo inconsciente durante cuatro días, y contó, en semiconsciencia, que tenían una cartera (pudo haber sido un bolso) llena de remedios y que les empezaron a regalar pastillas a todos los de la plaza.

En el colegio donde estudiaron los dos niños fallecidos plantearon como primer problema el hacinamiento y la pobreza. Pero la directora de la Corporación Esperanza, Ana Luisa Jouanne, advirtió que el consumo de drogas es un problema transversal entre los escolares (ver relacionada).

El sueño de Adán

Es martes 24, y en el barrio de la población Los Héroes de Iquique 1 están velando a Adán, nombre que le puso su madre evangélica, de nacionalidad ecuatoriana. En un departamento del primer piso, donde una vecina acoge a la madre, de luto, casi no hay muebles. Sacaron las sillas para el patio, donde colocaron varios asientos para el velorio, al lado del féretro que está bajo un techo de plástico negro.

"A Adán le gustaba jugar, dar besitos. Llegó casi cumpliendo los 3 años a Chile. Nació en Guayaquil. Ya teníamos dos niños", recuerda la madre, Carmen A. Era un chico de 15 años, de tez tostada y ojos verdes; el tercero de sus 8 hijos.

"Nació un jueves, a las 9:25 de la mañana, pesando 2,9 kg., en la maternidad de Guayaquil". Murió la madrugada del 21. El lunes 23 -según su madre- entraba al colegio "El Llano".

-Pasaba a tercero medio. Yo lo puse ahí para que sacara un título de técnico-profesional. Cocinaba de todo y comía de todo. Era delgado, pero no flaquito.

-¿Qué cosas le gustaba hacer?

-Le gustaba el Colo Colo. Era muy allegado a su hermano mayor.

De repente espanta la pena, y con sequedad dice:

-Mi hijo no tenía polola...

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