Entre montañas y ecos del zapatismo - 1 de Octubre de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 946132929

Entre montañas y ecos del zapatismo

LA CIUDAD MÁS VISITADA DEL ESTADO SUREÑO DE CHIAPAS es un hito tropical... en las alturas. Una contradicción que se resuelve con la muerte diaria de la primavera.Cada mañana, el sol calienta las calles, las plazas, los mercados de S an Cristóbal de las Casas, a 2.200 metros sobre el nivel del mar. Y cada anochecer, el sol renuncia y deja caer una temperatura invernal: las calles, las plazas, los mercados se aletargan, y la primavera se despide unas horas.En este vaivén climático, indígenas y turistas se mezclan en Altos de Chiapas. Las casas son bajas y coloridas y tienen el mismo fondo: las montañas que rodean a la ciudad y asoman sobre los tejados.San Cristóbal es el patrono de los viajeros. De las Casas, el apellido de fray Bartolomé, primer obispo de esta ciudad y primero además en defender, en el siglo XVI, que los indígenas también eran humanos.Tres arterias principales, peatonales, llevan a los caminantes al flujo sanguíneo de San Cristóbal. Los glóbulos blancos que podrían ser algunos extranjeros, que también son los glóbulos rojos cuando el sol los broncea como con lanzallamas. Y el plasma, los indígenas, mestizos, coletos (como llaman a los oriundos de San Cristóbal, a los que tienen una continuidad sanguínea en la ciudad, supuestamente por la coleta que traían los españoles).Dicen leyendas mayas que los dioses, los dioses primeros, crearon a las gentes a partir del maíz, y en tantos colores como el maíz ofrece: negro, blanco, rojo, amarillo, marrón. Marrones, como el color de la tierra, decía el Subcomandante Marcos, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que eran sus compañeros indígenas.En San Cristóbal de las Casas, la mezcla es obligatoria.A un ladito del mercado, florido y concurrido de sol a sol, entre puestos de artesanías, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán se erige con la explicación, con la síntesis de una tierra conflictuada y difícil de entender. Allá por el siglo XVI, la evangelización de los indígenas era una de las misiones de la orden de los dominicos, que llegaban desde una tierra lejana en el sur de Europa, desde Salamanca. Para suavizar el contraste y porque los que la construyeron eran indígenas, esta iglesia se aleja del dogma cristiano occidental y luce en su pórtico elementos relacionados con la naturaleza y con la cosmovisión indígena. Una serpiente que se envuelve cerca de un santo, o jaguares que habitan entre las columnas son algunos de los símbolos que evidencian el sincretismo...

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