Monserrat, la niña que vive con corazón artificial, cumplirá tres años esperando un trasplante
Dos años y diez meses han pasado desde que Monserrat Sarmiento, entonces de seis años, sufrió una grave complicación de la cardiopatía con la cual nació. Desde entonces, la niña ha sido prioridad nacional para recibir un donante de corazón, que le ha sido esquivo.
Hoy Monserrat tiene nueve años y desde septiembre de 2015 -tres meses después de ingresar a la lista de espera para un trasplante- sobrevive con un corazón artificial, un dispositivo que reemplaza la función ventricular de su corazón.
Es una paradoja, considerando que el año pasado en el país se marcó un hito en el sistema de trasplante de órganos, alcanzando el récord de 173 donantes y 457 trasplantes.
"Luchadora"
Monserrat nació el 11 de diciembre de 2008 con una cardiopatía congénita (bloqueo auriventricular y síndrome QT largo) que le provoca intensas taquicardias. Hizo crisis en junio de 2015 cuando fue ingresada a la lista de espera para un trasplante de corazón en calidad de prioridad nacional.
Considerando la gravedad en su condición y que encontrar donantes pediátricos de corazón es más difícil que adultos -porque donante y quien espera el trasplante deben coincidir en peso y talla, además de ser compatibles-, el equipo tratante de Monserrat del Hospital Clínico de la Red de Salud UC Christus decidió conectarla a un corazón artificial.
El médico que ha estado a cargo de Monserrat, Pedro Becker, detalla que "este dispositivo le ha permitido sobrevivir, aunque hay una serie de problemas que se producen asociados a ello".
Durante todo este tiempo, la pequeña ha sufrido accidentes cerebrovasculares, perdió parcialmente la vista y ha sufrido parálisis en sus extremidades del lado izquierdo que la llevaron a buscar ayuda en la Teletón. Además, algunos tratamientos a los que se debe someter hacen que deba estar hospitalizada por largos períodos cada dos o tres meses.
"Es duro verla, pero ella misma nos da ánimo. La Monse es una luchadora", dice Daniela Maluenda, la madre de Monserrat.
En un día normal, la niña toma 13 medicamentos distintos. Ahora, que está hospitalizada para combatir una reacción alérgica, está tomando 18.
Claro que Maluenda lamenta no solo el deterioro de salud de su hija, sino también que debido al tiempo que pasa internada se ha retrasado en el colegio (debería cursar cuarto básico, pero está en segundo, en la escuela del hospital) y todavía no sabe leer ni escribir.
Pese a todo, Monserrat sigue a la espera de un donante y especialistas como Becker o...
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