Monserrat Álvarez - 20 de Febrero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 703441489

Monserrat Álvarez

Dice que su cansancio había alcanzado niveles excesivos. Asumía que había llegado la hora de bajar las revoluciones. Pensó aumentar sus horas en la radio y también imaginó trabajar con una amiga que tiene una oficina de contenidos. Antes de tomar una decisión definitiva, Monserrat Álvarez fue al médico, quien descubrió que el origen de su malestar era su presión alta; su hipertensión.

-Trato de mantener mi vida, mi mundo, la maternidad, la pareja, trato de no morirme trabajando. Pero no me resultó este año, que me sobrepasó. Fue muy exigente -dice y agrega:

-Empecé a tomar remedios y me siento otra. Ahora me levanto en la mañana, me da sueño, pero no ando como antes. Soy lo más psicosomática que hay.

Recién fue reconocida por la encuesta anual de revista Wikén-GfK Adimark como el rostro de prensa mejor evaluado y la periodista con mayor credibilidad de la televisión chilena. El reconocimiento la enorgullece pero, ya pasados los días, dice, tiende a "incomodarla". Sentirse "expuesta" o estar "en primera línea" no es lo que busca.

-Uno recibe bien las encuestas pero también son engañosas. Son una fotografía del momento. Hay algo que no me acomoda en ser la número uno. No es ni falta modestia ni nada; pero, por ejemplo, hacer el noticiero central no era mi aspiración, a tal punto que a los dos años y medio yo me quise ir. No me quiero hacer la humilde, porque a todos los que estamos en TV nos gusta estar presentes, pero corremos el riesgo constante de depender emocionalmente del reconocimiento externo. Trato de siempre tener conciencia, de que la valía personal no esté ahí. A mí me encanta ser una segunda destacada.

-Se dijo que algunos ejecutivos no estaban

convencidos de su continuidad en el noticiero junto a Paulo Ramírez.

-Nunca me lo dijeron. Por eso digo que uno tiene que prepararse para los guatazos, porque uno puede estar súper bien evaluado y parece ser que a pesar de eso lo estaban pensando. No me lo dijeron nunca, pero me ha llegado por distintas partes que así pensaron. Que quizá, por un tema de costos, podía ser que cada noticiero fuera con una persona.

-¿Esto no la hizo replantearse en su trabajo?

-Las empresas no son las personas. De repente los jefes cambian y uno dice: "lo he dado todo por esta empresa". Hay que dar harto pero no la vida. Uno es un trabajador y en algún momento quizá no quieren contar contigo. No se puede reprochar. Las empresas son impersonales y yo lo he aprendido.

Monserrat Álvarez dice que no vive este...

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