La Moneda íntima de alejandra jorquera
-"Tomé una decisión, no sé si están en condiciones ahora de entenderlo, pero mi rol es quedarme aquí, al lado del Presidente: van a bombardear La Moneda", recuerdo que me dijo. Nos habló sin matices, fue muy directo, como era él -relata.
La segunda despedida fue el pasado 18 de abril. Su padre, de 94 años y con demencia senil, vivía en una senior suites de Ñuñoa, y ella partió de vacaciones a Europa y México junto a su esposo, el ex subsecretario del Interior Mahmud Aleuy:
-Mi papá se quedó con enfermero, con la versión médica de "tenemos para rato". Al despedirme le dije: "Voy a la farmacia". Se preocupó y me dijo: "¿Por qué?, ¿te duele algo?". "No", le dije, "voy a comprar, nomás". Y le advertí: "Me tienes que esperar". Le estaba diciendo una cosa distinta a la que él estaba entendiendo, claro.
La tercera despedida de Jorquera hija a Jorquera padre fue el 6 de mayo pasado, en su funeral. Dos días antes, y estando ella en una playa de México, su hermana le dijo: "Es mejor que te vengas". El periodista estaba teniendo una falla generalizada y ella pidió que le pusieran el teléfono. "Mira, hue..., no te permito que me hagas esto, me tienes que esperar", le dijo, pero él ya estaba inconsciente. Una hora después le dijeron que había fallecido:
-Me dio ira -reconoce ella en su departamento en Providencia, vestida de negro, con un cigarro en la mano y una coca-cola en la otra-. Pero murió en un respiro, ni con dolor ni quejidos ni ahogos. Y muy acompañado por mi hermana, mi madre y una de sus mejores amigas. La urna no la sellaron por mí. Al llegar a Chile pedí que la abrieran. Para mí era importante tocarle la cara, sus manos. Necesitaba despedirme así.
Periodista de oficio, aunque nunca estudió esa carrera -egresó de derecho de la Universidad de Chile-, el "Negro" Jorquera o "el rey de la bohemia santiaguina", como lo llamaban sus amigos, comenzó con una demencia senil hace cuatro años. Aun así, cuenta su hija, era autovalente, no quiso nunca vivir con ella ("Antes de eso, prefiero morir", le advirtió), pidió que en la senior suites lo dejaran fumar en su pieza, tener whisky y todos los días cumplía con dos rutinas: comprar los diarios e ir caminando a Las Lanzas, el local de Plaza Ñuñoa, donde tenía una mesa reservada.
Alejandra Jorquera, sentada en el sobrio living de su departamento, de trato afable, voz serena y firme, pide disculpas "si mezclo las historias que voy contando". Estudió periodismo en la Universidad Andrés Bello y trabajó brevemente en la revista Apsi antes de ejercer, durante cuatro años, como corresponsal de Televisa en Chile. Como conocía a Valentín Pimstein -el chileno pionero de las telenovelas mexicanas y productor de Los ricos también lloran, Carrusel y Simplemente María, entre otras-, el ejecutivo le pidió que le mandara informes semanales vía fax sobre la televisión chilena.
Su madre, Angélica Beas, trabajó como periodista en TVN, fue reportera de Apsi y luego se dedicó a las relaciones públicas, especialmente en temas medioambientales. Que Alejandra Jorquera estudiara...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba