La Moneda pone orden en Educación y define estrategia para evitar más conflictos - 27 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 521517678

La Moneda pone orden en Educación y define estrategia para evitar más conflictos

En el Ejecutivo aseguran que Bachelet estaba sorprendida. Ello, pues en La Moneda no tenían conocimiento de que Eyzaguirre haría declaraciones donde cuestionaría la gratuidad universal de la educación superior. Según los análisis del Gobierno, el hecho cobraba vital relevancia porque instalaba un manto de dudas sobre lo que establece el programa presidencial y pasaba por alto la línea política fijada por la propia Mandataria. Sobre todo, en un punto sensible para la Nueva Mayoría: las declaraciones del ministro ponían en entredicho que la educación fuese un derecho.

Aunque personeros de La Moneda dicen que algunos sí tenían conocimiento de la publicación, no se sabía sobre los contenidos. Tampoco, que el interlocutor de Eyzaguirre sería Carlos Peña, rector de la UDP, situación que generó incomodidad en el Gobierno, por lo que la Presidenta le pidió a Eyzaguirre que le precisara cómo y en qué contexto se había gestado el diálogo.

Tras la conversación con el titular de Educación, la Mandataria se comunicó con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo; con su par de Hacienda, Alberto Arenas, y con la directora de la Secretaría de Comunicaciones, Paula Walker. Todos coincidieron en el diagnóstico: el jefe de gabinete debía rectificar los dichos de Eyzaguirre y se debía implementar un diseño de control de daños para reforzar lo establecido en el programa, aquietar los ánimos de los dirigentes estudiantiles y evitar cuestionamientos a la continuidad de Eyzaguirre.

Además, Peñailillo recibió instrucciones de reunirse ese mismo domingo con el titular del Mineduc para aclarar en detalle el episodio. Quienes lo conocen aseguran que el ministro del Interior estaba molesto, pues el día anterior ambos compartieron en el Consejo Nacional del PPD y Eyzaguirre no le anticipó lo que vendría.

En el Ejecutivo comentan que la relación entre los secretarios de Estado no pasa por su mejor momento. Incluso hay quienes señalan que existe una división interna en el Mineduc entre quienes adhieren a Eyzaguirre y los más proclives a Peñailillo y la G 90.

En el manejo de crisis, el titular de Interior se apoyó en su mano derecha en Educación, el jefe de gabinete de Eyzaguirre, Harold Correa. Él articuló con el presidente del PPD, Jaime Quintana, el envío de señales tranquilizadoras a los parlamentarios y dirigentes del PPD y del PC, asegurándoles que se produciría una aclaración desde La Moneda. Además, se les reforzó la idea de que no era prudente detener la agenda de Educación a raíz de las declaraciones de Eyzaguirre, ni menos postergar la discusión de los otros cinco proyecto de ley sobre el tema que enviará el Ejecutivo antes de septiembre.

En paralelo, Peñailillo cumplía con la instrucción presidencial y en Canal 13 matizaba los dichos del ministro de Educación.

Equipo político y la Secom se enfocan en educación

De esta forma se comenzaba a desarrollar la semana más compleja que ha debido enfrentar Eyzaguirre en los cerca de cinco meses que lleva en Educación. Según los análisis de La Moneda, el secretario de Estado ya se había puesto en una situación de cierta fragilidad política y acortado sus márgenes de maniobra por sus continuas "salidas de libreto" al referirse a los detalles de la reforma, escenario que se agudizó luego de las declaraciones del domingo pasado. En el Ejecutivo explican que, además, en esta ocasión dejó en una "situación incómoda" a la Presidenta y sus dichos "congelaron" las tratativas para llegar a un acuerdo con la Iglesia Católica en el tema.

Por eso, desde La Moneda se implementó una estrategia que intenta evitar que conflictos de esta naturaleza se repitan a futuro. Por lo pronto, desde Palacio se puso como exigencia al Mineduc que informe previamente los detalles de todas las actividades públicas que realice, tanto en terreno como en los medios de comunicación. Junto con esto, se estableció como una tarea prioritaria que se genere una mayor coordinación entre el equipo político y el titular de Educación para enfrentar los desafíos que tiene esta cartera. En esa línea, a la ministra secretaria de la Presidencia, Ximena Rincón, se le asignó como prioridad la tramitación legislativa de los proyectos en el Congreso y el diálogo con los parlamentarios, labor que desarrollará junto al secretario ejecutivo de la reforma, Andrés Palma.

Y si bien desde la Secom aseguran que su tarea es apoyar a todo el gobierno, reconocen que se les solicitó poner especial énfasis en los ejes estratégicos de la reforma educacional.

En el Gobierno comentan que el hecho de que Eyzaguirre leyera el martes una declaración pública para referirse por última vez al tema, forma parte de esta nueva estrategia.

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