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Modifica la ley N°19.828, que Crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor, y regula el funcionamiento y fiscalización de los establecimientos de larga estadía de adultos mayores

Fecha20 Enero 2016
Número de Iniciativa10543-18
Fecha de registro20 Enero 2016
EtapaPrimer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de la Familia
MateriaESTABLECIMIENTOS DE LARGA ESTADÍA PARA ADULTOS MAYORES, SERVICIO NACIONAL DEL ADULTO MAYOR
Autor de la iniciativaAlvarez-Salamanca Ramírez, Pedro Pablo, Castro González, Juan Luis, Espinosa Monardes, Marcos, Jaramillo Becker, Enrique, Kort Garriga, Issa Farid, Molina Oliva, Andrea, Norambuena Farías, Iván, Pérez Lahsen, Leopoldo, Sandoval Plaza, David, Verdugo Soto, Germán
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Moción

Modifica la ley N°19.828, que Crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor, y regula el funcionamiento y fiscalización de los establecimientos de larga estadía de adultos mayores

Boletín N°10543-18

Honorable Cámara de Diputados:

Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que regula las condiciones de los prestadores de servicios a adultos mayores y su fiscalización.



I. Antecedentes. Creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor

El 7 de enero de 1999, ingresó a trámite al Congreso Nacional, el proyecto de ley que creó el Servicio Nacional del Adulto Mayor como servicio público.

El mensaje que dio inicio al debate de dicha ley, se iniciaba señalando que Chile está en un abierto y claro proceso de envejecimiento poblacional. Citando el Censo de población del año 1960, señalaba que, en ese año, el 6,8% de la población tenía más de sesenta años. En 1970, el porcentaje de Adultos Mayores había alcanzado el 7,5%. En 1982, llegaban al 8,4% con un total de 954 mil adultos mayores en términos absolutos. En 1992, los chilenos mayores de sesenta años ascendían ya al 9,8%, alcanzando esta población a un total de 1 millón trescientos mil personas.

En 1996 la encuesta CASEN mostraba un ascenso al 10,5% de adultos mayores, es decir, un millón quinientos mil personas de acuerdo a la población de la época.

La tendencia de crecimiento sostenido y rápido de la población adulta mayor con respecto a los demás grupos etarios, se ha mantenido en el tiempo hasta el presente, obligando al Estado y a la sociedad a adoptar medidas que permitan al país adaptarse a esta nueva estructura etaria.

Esta nueva composición de la población nacional, tiene su origen en la extensión de la esperanza de vida y una tasa de nacimientos en sostenido decrecimiento. Según las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, dadas a conocer en mayo de 2014, la esperanza de vida de los varones chilenos aumentó de 69 años en 1990 a 77 años en 2012, en tanto que en las mujeres aumentó de 76 a 83 años, con un incremento del 10 y 7% respectivamente. En promedio, la esperanza de vida de los chilenos aumentó de 73 años en 1990 a 80 en 2012.

De acuerdo al citado informe, es posible observar la misma tendencia a nivel global, al punto que la esperanza de vida en el mundo ha ganado una media de seis años desde 1990, aumentando incluso en países de bajos ingresos, como Liberia, Etiopía, Camboya, Timor Oriental y Ruanda.

Es importante recalcar que de acuerdo con los de la Organización Mundial de la Salud, que se publican desde 2005 y cubren 194 países, la mayor esperanza de vida en los países de más altos ingresos se explica en el éxito en el control de las enfermedades no transmisibles y la disminución del consumo del tabaco, lo que, a la luz de las recientes regulaciones antitabaco que ha adoptado nuestro país y sus efectos en el consumo, hace presumir que la tendencia a extender la esperanza de vida se mantendrá por los próximos años.



Por otra parte, las proyecciones de población que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indican que este proceso de envejecimiento poblacional se mantendrá sostenido al menos durante esta década.

Mientras se proyecta que la población entre 0 y 14 años se mantenga estable para el año 2025, es decir, el índice de crecimiento será cero para este grupo etario, los adultos mayores en igual período se duplicarán, es decir, llegarán a ser más de 3 millones de personas.

Esta nueva situación demográfica de nuestra población será causa de significativos cambios en todas las áreas de la vida nacional.

En el sector salud, por ejemplo, que durante muchos años, y con bastante éxito, estuvo enfocada a la salud materno-infantil, se deberá cambiar el foco hacia el otro extremo de la vida los adultos mayores - y prepararse para atender una demanda creciente en nuevos y muy variados sistemas de prestaciones que crecientemente se demandarán.

El proceso de preparación para entregar las nuevas atenciones de salud que requiere la población adulta mayor, se inició a finales de la década de 1990. Esto significa formación de médicos especialistas en geriatría y capacitación de otros profesionales de la salud como enfermeras, terapeutas ocupacionales, traumatólogos, etc., en geriatría y gerontología social tanto en salud primaria como en la preparación de los cuadros profesionales que se requerirán para las unidades geriátricas de la salud secundaria y terciaria, que será necesario crear.

Las universidades, por su parte, han ido incorporando paulatinamente, las temáticas relativas a la vejez y al proceso de envejecimiento en sus planes de investigación y docencia. De este modo, se han incorporado asignaturas de gerontología social a las mallas curriculares de formación profesional, especialmente en las carreras del área social, para que los futuros profesionales sepan cómo tratar y atender las necesidades de una mayor cantidad de clientes o usuarios adultos mayores.

El envejecimiento de la población ha afectado y continuará afectando áreas tan sensibles como vivienda, educación, urbanismo, previsión y trabajo, entre otras.

Tal como lo reconocía el propio gobierno que planteó la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor, históricamente el envejecimiento y la vejez, han estado relegados de la preocupación de la sociedad, y no han estado en el centro de la preocupación de los servicios públicos, produciendo hasta no hace mucho tiempo, una marginación de hecho de los adultos mayores de las actividades sociales, culturales y económicas.

En Enero de 1995 se creó la Comisión Nacional para el Adulto Mayor, que en un plazo de 9 meses, presentó su propuesta de política social para los adultos mayores. Dicha Comisión estaba integrada por treinta y ocho destacadas personalidades del mundo académico, profesionales y funcionarios públicos vinculados al tema y parlamentarios de todos los partidos con representación parlamentaria en esa época.

Disuelta la Comisión por haber cumplido con su cometido, el gobierno de la época nombró un Comité, integrado por 10 personas, con la misión de hacer un seguimiento de la implementación de los programas y proyectos que había propuesto la Comisión.

La experiencia de este Comité demostró la necesidad de que las políticas públicas para el adulto, mayor requieren un enfoque en su concepción y planificación multidisciplinario.

Este enfoque multidisciplinario para el diseño de las políticas públicas dirigidas al adulto mayor fue precisamente lo que llevó a la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor.



Así, además, lo requirió en forma unánime la Comisión ya mencionada, que formuló la Política para el adulto mayor, al proponer la creación de una entidad u organismo público del adulto mayor con las funciones de coordinar las acciones de los Servicios del Estado y de la sociedad civil en beneficio del adulto mayor; supervisar la aplicación de las políticas nacionales; estimular un nuevo trato al adulto mayor a través de la educación y los medios de comunicación social; proponer las modificaciones o creación de cuerpos legales que tiendan a favorecer al adulto mayor; realizar, promover y desarrollar estudios destinados a formular diagnósticos y análisis de la realidad del adulto mayor en todos sus niveles; administrar el Fondo Concursable de prestaciones gerontólogicas y, en fin, hacer el seguimiento y evaluación de los proyectos aprobados por el Fondo.

En junio de 2004, los entonces diputados de la Unión Demócrata Independiente, Claudio Alvarado, Rodrigo Álvarez, Eugenio Bauer, Marcela Cubillos, Marcelo Forni, José Antonio Kast, Darío Paya, Felipe Salaberry, el ex diputado y ex senador Gonzalo Uriarte y el ex diputado y actual senador Víctor Pérez, presentaron una moción para modificar la Ley N° 19.828, que creó el Servicio Nacional del Adulto Mayor, con el objeto de definir el registro de instituciones de larga estadía de adultos mayores (Boletín 3582-18), que originalmente fue remitido a la Comisión de Familia y en marzo de 2011, por acuerdo de la Sala de la Cámara de Diputados, a la Comisión Especial del Adulto Mayor.

Dicho proyecto perseguía transformar en obligatorio el registro voluntario contemplado en el inciso segundo del artículo 3°, letra g) de la Ley N° 19.828, sólo respecto de los establecimientos de larga estadía, con el objetivo de corregir lo que los mocionantes estimaban como una falta de acreditación suficiente por parte de las instituciones que ofrecen el servicio de alojamiento de larga estadía” y el de determinar con certeza y en forma centralizada(…), la posibilidad de que adultos mayores desaparecidos o extraviados puedan ser ubicados con relativa facilidad”.

Si bien esta moción fue archivada por mandato de la Comisión Especial del Adulto Mayor, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 17 del Reglamento de la Cámara de Diputados, esto es, por haber transcurridos dos años sin que la Comisión se pronuncie respecto del proyecto de ley, lo cierto es que muestra la preocupación que ya en el año 2004 se manifestaba en los parlamentarios por las falencias mostradas por la ley en materia de seguridad y bienestar de los adultos mayores que son albergados en establecimientos dedicados a su cuidado.

Posteriormente, en julio de 2010, el Gobierno de la época envió al Congreso un proyecto de ley para cambiar la relación del Servicio Nacional del Adulto Mayor, desde el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, al entonces Ministerio...

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