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Modifica la Constitución Política de la República, estableciendo normas sobre la participación y la representación política de los Pueblos Indígenas.

Fecha11 Julio 2012
Número de Iniciativa8438-07
Fecha de registro11 Julio 2012
MateriaCONSTITUCION 1980, PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN POLÍTICA DE PUEBLOS INDÍGENAS
Autor de la iniciativaArenas Hödar, Gonzalo, Auth Stewart, Pepe, Chahin Valenzuela, Fuad, De Urresti Longton, Alfonso, Jaramillo Becker, Enrique, Meza Moncada, Fernando, Monckeberg Bruner, Cristián, Teillier Del Valle, Guillermo, Tuma Zedan, Joaquín, Vargas Pizarro, Orlando
EtapaPrimer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento
Tipo de proyectoReforma constitucional
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Moción


Modifica la Constitución Política de la República, estableciendo normas
sobre la participación y la representación política de los Pueblos
Indígenas

Boletín N° 8438-07

1° Que uno de los mayores desafíos que tiene el Estado y la Sociedad Chilena cuando cumplimos 200 años de vida republicana e independiente es hacerse cargo de un conflicto ético, político, social y jurídico que surgió desde los orígenes, mismos de nuestra historia como proyecto nacional a inicios del Siglo XIX. Es el conflicto con los Pueblos Indígenas de Chile, con un conjunto de sociedades con una etnia, una cosmovisión y una cultura propia a la cual el Estado no solo no protegió durante siglos sino que hizo esfuerzos sistemáticos para destruirlas.

Chile, siendo un país esencialmente mestizo, no ha querido durante siglos asumir a plenitud su condición de tal, valorar a los pueblos primigenios que ocupaban esta tierra antes de la llegada de los conquistadores europeos y que hoy a través de sus descendientes directos siguen sufriendo un mal trato por parte del Estado, expresado en su exclusión y marginación de la vida social, política y económica del país.

2° Que la historia le ha enseñado a la Humanidad, que la única manera de superar los conflictos graves y profundos que socavan la convivencia de las naciones, es habilitando la memoria, recuperando la historia y adoptando las decisiones de reparación moral, jurídica, política y económica que corresponden en proporción al daño causado.




Desde los años de la Guerra a Muerte emprendida por algunos próceres de nuestra Independencia en contra del Pueblo Mapuche o la Pacificación de La Araucanía hasta el régimen de semi esclavitud en que se mantuvo a los rapa nui hasta el año 1964, el Estado de Chile ha mostrado su irrespeto y nulo aprecio por los primeros habitantes de este territorio, cuyo aporte social y cultural ha sido definitorio para la conformación de nuestra propia identidad nacional chilena.

Chile es una sociedad multi racial y pluricultural. El mito de una sola gran nación homogénea fue expresión de la ignorancia y los prejuicios de muchos de los que nos antecedieron. Optaron ellos en su hora por la cosmovisión y las pautas de comportamiento de los colonizadores de las potencias centrales de la época, privándonos como Nación de la riqueza implícita en el pensamiento, las tradiciones, la lengua y el arte de nuestros antepasados indígenas. Los valores de la modernidad, de la belleza, del desarrollo, en definitiva de la civilización estaban determinadas por su correspondencia con la cultura europea; lo indígena pasó a ser sinónimo de ignorancia, de retraso, de incultura, en el fondo de barbarie.

3° Que Chile y el mundo han cambiado desde esos primeros años_ Hoy el mundo celebra a las sociedades maduras que son capaces de convivir con la diversidad en su seno. Ello las enriquece, forma ciudadanos más democráticos, y tolerantes. La pluralidad suma miradas de mundo y puntos de vista a la formación de una opinión sobre los asuntos nacionales y del mundo. Muchas de las creencias ancestrales indígenas, hoy en día son recibidas como grandes enseñanzas sobre la forma de comportarse en el mundo, especialmente en la relación del ser humano y su entorno natural.




Somos, lo reconozca o no el Estado, un país diverso y hoy lo importante es crear los canales institucionales que nos permitan vivenciar de manera más plena esa diversidad que es parte sustancial de nuestro patrimonio más valioso.

4° Que este Proyecto de Reforma Constitucional que pretende asegurar la participación y representación política de los Pueblos Indígenas, sea sometido a consideración de ambas cámaras legislativas, es posible porque Chile y su gente han cambiado y buena parte de ese cambio ha sido generado por el propio movimiento indígena; no ha sido fruto de concesiones graciosas por parte de la autoridad ni mucho menos del altruismo de las elites políticas. Este Proyecto se explica en las luchas que estos pueblos originarios han dado desde los tiempos de la primera invasión. Durante 300 años resistieron a primero a las huestes indianas y de conquista, luego al primer ejército colonial. Siglos después se opusieron a la incursión de colonos chilenos y extranjeros en sus territorios y finalmente fueron capaces de constituirse en un movimiento social orgánico con objetivos políticos y sociales claros.

La historia del movimiento indígena chileno tiene su origen en un grotesco hecho delictual que explica con dramática nitidez la historia de abusos cometidos en este caso contra el pueblo mapuche. Fue en Nueva Imperial, en 1913 cuando un grupo de agricultores chilenos, siguiendo una práctica habitual en la época secuestraron y marcaron a fuego al longko Juan Painemal. Esta acción fue respondida por las comunidades mapuche con la primera movilización masiva de protesta del periodo postreduccional. Entre 3 mil y 4 mil mapuche se reúnen en la Plaza de Nueva Imperial y a partir de ese hecho se crea la Sociedad Caupolicán Defensora de la Araucanía, primera organización mapuche de carácter no tradicional. Según consigna el Informe de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, el profesor primario don Manuel Manquilef, quien después sería diputado por el Partido Liberal, se dirigió a los presentes


en los siguientes términos: "... El culi cull de nuestros antepasados os anuncia que este importante movimiento leal i franco en que estáis empeñados, es el eco de esas ideas tan francas, tan leales i tan elevadas que reclamaron los abuelos. Tu abuelo luchó por la libertad y tú bregáis por el bienestar, ¿no es esto, acaso, luchar por los ideales de los antepasados? ¿No es esto seguir cumpliendo el programa i el deber impuesto por esa legión de bravos durante 300 años, el defender la honra ultrajada" Su peñi Onofre Colima, concluía el acto diciendo: "Los araucanos que pacíficamente han dejado despojarse de sus tierras, que sin una queja han visto talar sus campos, incendiar sus rucas i vejar sus mujeres por los espoliadores amparados muchas veces por las autoridades, no han podido permanecer impasible ante esta última afrenta".

Así, tras la Sociedad Caupolicán vino la Federación Araucana y la Unión Araucana, caras instituciones hoy casi desconocidas que fueron la primera expresión de un movimiento indígena que con su compromiso y capacidad de movilización fue generando a lo largo del Siglo XX y hasta nuestros días los cambios políticos y normativos que les han permitido que el Estado les reconozca como sujetos de derecho, y que mejore mediante políticas públicas de promoción social sus precarias condiciones de vida.

5.- Que fue precisamente gracias a la lucha desplegada por estas organizaciones, que se aprobó el año 1927 la Ley N° 4169 que "Reguló la división de las comunidades mapuches", estableciendo un Tribunal Especial de División, reconociendo a los Títulos de Merced, como la base de partición de la comunidad. Posteriormente serían estas mismas organizaciones grandes soportes políticos de los gobiernos del Frente Popular que entre 1940 y 1951 desarrollaron por primera vez una política pública de orientación indigenista. Sería luego con Carlos Ibáñez del Campo en 1952, que creó la Dirección de Asuntos Indígenas dependiente del Ministerio de Tierras y Colonización; se estableció el primer programa de becas para estudiantes indígenas y se establecieron exenciones tributarias a la tierra indígena.


De ahí en adelante, desde el proceso de reforma agraria y su aplicación al mundo indígena hasta la Ley N° 17.729, la primera Ley de Desarrollo Indígena del año 1972, los indígenas y sus organizaciones fueron protagonistas, convirtiéndose en actores sociales y políticos, cuyo apoyo podía ser decisivo para el acceso o la pérdida del poder de autoridades electas de nivel focal o incluso parlamentarios.

Si bien hubo casos de alcaldes, regidores e incluso de parlamentarios indígenas, estos siempre fueron aislados. Los indígenas de Chile comenzaron a participar en la vida política del país como cualquier otro ciudadano, sin tener derecho a una expresión propia de representación con base a sus intereses y expectativas en la discusión y resolución de los grandes asuntos del país y en especial de aquellos que les conciernen y afectan más directamente.

  1. Que tras el Régimen Militar, los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia y en especial el Gobierno del Presidente Patricio Aylwin Azócar realizaron un primer esfuerzo de concordar un acuerdo de gobernabilidad entre el Estado de Chile y los Pueblos Indígenas del pais, el que se tradujo en la aprobación de la Ley N° 19.253 Sobre Protección, Fomento y Desarrollo de los Indígenas y que creó además la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, primer órgano público que asume la tarea de desarrollar políticas integrales de desarrollo social, económico y cultural de todos los pueblos originarios de Chile.

  2. Que sin embargo, pese a la enorme importancia que ha significado la Ley N° 19.253 actualmente vigente para las distintas etnias del país ésta se generó con un veto político que nos ha impedido seguir avanzando en el reconocimiento de otros derechos colectivos de índole económicos, sociales y culturales como también políticos. En primer lugar, ella nunca reconoció que los indígenas de Chile, no son solo agregados de sujetos. Una parte importante de



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las fuerzas políticas conservadoras se negaron a reconocer la...

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