Modifica el Código del Trabajo, con el fin de establecer un índice de masa corporal mínimo, para quienes trabajan como modelos. - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914521267

Modifica el Código del Trabajo, con el fin de establecer un índice de masa corporal mínimo, para quienes trabajan como modelos.

Fecha18 Julio 2007
Número de Iniciativa5222-13
Fecha de registro18 Julio 2007
EtapaPrimer trámite constitucional (Senado) Primer informe de comisión de Trabajo y Previsión Social
MateriaMASA CORPORAL, MODELOS (MODA)
Autor de la iniciativaÁvila Contreras, Nelson
Cámara Legislativa de OrigenMoción,Senado
Tipo de proyectoProyecto de ley
MOCIÓN DEL H

MOCIÓN DEL H. S. NELSON AVILA CON EL QUE PREVIENE LA ANOREXIA Y LA BULIMIA EN EL ÁMBITO DEL MODELAJE.


I.- Introducción:


Los trastornos alimenticios no sólo se verifican con obesidad o exceso de peso. La anorexia y la bulimia prueban que la extrema delgadez constituye también un problema de salud pública.


La anorexia nerviosa se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético. Sobreviene la irregularidad menstrual y más tarde la amenorrea o la impotencia en varones.


Los síntomas de la anorexia son:


  1. Negativa a mantener el peso corporal por encima de un peso normal mínimo parar edad y altura.

  2. Intenso temor a aumentar de peso o engordar, aun cuando tenga peso insuficiente.

  3. Percepción distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.

  4. En las mujeres, la ausencia de por lo menos tres ciclos menstruales consecutivos. En general, usted puede estar absolutamente seguro de que una persona tiene anorexia si observa:


1.- Peso corporal anormalmente bajo.

2.- Mantenimiento deliberado de ese peso corporal mediante dieta, ejercicio, abuso de laxantes o diuréticos, o una combinación de los tres.

3.- Síntomas de inanición.


La bulimia es una enfermedad diferente, aunque suele confundirse con la anterior. En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar. El enfermo siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer.


Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos. Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico. Muchos de los factores coinciden con los de la anorexia, como los trastornos afectivos surgidos en el seno familiar, el abuso de drogas, la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la personalidad y las ideas distorsionadas del propio cuerpo.


Entre los síntomas de la bulimia encontramos:


  1. Episodios recurrentes de atracones de comida.

  2. Una sensación de pérdida del autodominio durante los atracones de comida.

  3. El uso regular de vomito autoinducido, laxantes o diuréticos, dieta estricta o ayuno, o ejercicio muy energético para evitar el aumento de peso.

  4. Un mínimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres meses.

  5. Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las bulímicas están continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más atractivas posibles.

  6. Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado que casi todas las personas que desarrollan bulimia han realizado frecuentes intentos de controlar su peso.

  7. Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad creciente.

  8. Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por ciento de las pacientas bulímicas encuestadas dijeron que sentían pánico o mucho temor a engordar.

  9. Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.

  10. 10-Mantenimiento de al menos un estándar normal mínimo de peso. A diferencia de las anoréxicas, las bulímicas no tienen una figura demacrada que las traicione. Por supuesto, muchas mujeres con anorexia también desarrollaran bulimia.


Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se generan conductas purgativas como autoprovocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en forma indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a repetir el ciclo.


Como señalamos, los anoréxicos a diferencia de los bulímicos tiene una marcada tendencia a la inanición, acompañada por un temor e irracional hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar de peso, se vuelven incapaces de reconocer los riesgos que eso provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la depresión


La adicción a las drogas es una característica bastante frecuente entre estas pacientes así como su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones sentimentales.


El rasgo común de este desorden alimenticio, es el intentar a como de lugar, mantener el control sobre la cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo obsesivo del contenido calórico de los alimentos, el ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de una comida regular. En muchos casos estas personas aparentan tener hábitos alimenticios normales con algunos periodos de restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer dulces, toman grandes cantidades de café y/o fuman.


Los especialistas señalan que el peso muy por debajo del normal puede generar enfermedades como anemias, desequilibrio de sales y agua, e infecciones. La piel se vuelve seca, las uñas se tornan quebradizas y se pierde cabello. Ante la falta de potasio, pueden sobrevenir arritmias cardíacas e incluso convulsiones.


La necesidad de bajar de peso puede transformarse en un comportamiento autodestructivo. Y lo peor es que la enfermedad se detecta en edades cada vez más precoces, de entre 6 y 10 años. La franja de riesgo está entre los 13 y los 20 años, donde se concentra el 85% de los casos. Este disturbio alimenticio suele abundar en el mundo de la moda y la imagen, entre modelos y actrices.


Según la psicóloga María Beatriz Meirelles Leite, que trabaja para varias agencias de modas, éstas exigen un patrón estético pero no necesariamente como para comprometer la salud de las jóvenes.


La belleza y la delgadez —como sinónimos de éxito— son un signo de estos tiempos de globalización y consumo irrefrenable.


Hace un par de años, en una entrevista que Clarín le hizo a Julieta Ortega, la actriz argentina declaró que tanto para el cine como para la TV "si no sos flaca no existís". Una frase aniquiladora que gráfica la presión que la delgadez ejerce sobre los personajes mediáticos. Cuerpos que definitivamente ejercen influencia en los espectadores. Al igual que las imágenes de modelos escuálidas.


La Asociación Chilena contra la Anorexia y Bulimia estima que, en este momento, 70.000 mujeres entre catorce y treinta años sufren anorexia en Chile. Otras 35.000 padecen bulimia.


II.- Muertes en el mundo del modelaje:


Una modelo brasileña de 21 años murió a fines de 2006 por anorexia. Ana Carolina Reston, cuya historia causó enorme impacto en Brasil, había nacido en el interior de San Pablo. Estaba internada desde el 25 de octubre por causa de una infección urinaria que, por su extrema delgadez, se transformó rápidamente en un cuadro de insuficiencia renal y luego derivó en una infección generalizada. La joven, de 1,74 metro de altura, pesaba apenas 40 kilos y su organismo estaba muy debilitado debido a que últimamente su dieta alimenticia consistía apenas en la ingestión de manzanas y tomates para no engordar.


La modelo trabajaba para L'Equipe. Pero sus cabellos castaños, ojos verdes y sus medidas ya le habían conquistado un lugar entre las agencias internacionales como Ford y Élite.


En el momento de morir su índice de masa corporal era de 13,21, cuando para la Organización Mundial de la Salud debería variar entre 18,5 y 24,9. Su peso tendría que haber sido de 57 kilos. Una tía, Mirthes Reston, relató: "Las piernas eran del grosor de un brazo de una persona normal".


Su prima, Geise Strauss, con quien vivía la joven cuando regresaba a la capital paulista, contó que Ana Carolina apenas se permitía disfrutar de un poco de tomate o alguna manzana. Y después de una refección más completa, solía ir al baño para vomitar lo ingerido.


La familia sólo comprendió que estaba frente a un cuadro complicado cuando la joven fue internada. Nacida en una familia de clase media, la vida no le había sido fácil. Soñaba con ser modelo desde niña y de hecho comenzó a trabajar a los 13 años. Según contó la madre, Miriam Reston, había dejado de viajar con ella cuando tenía 17 años. "No tenía dinero para mi pasaje", relató la señora, que cayó de la categoría de orfebre a la de vendedora ambulante.


Ana Carolina pasaba largas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR