Miss parrilla
-Men's Health es una revista de hombres donde hacen muchos artículos sobre comida para machos. Adivina quién los asesora con toda la cocina al aire libre: yo.
La señorita Parrilla nació en Carolina del Norte, sur de Estados Unidos, hace poco más de 40 años. Nació con los sabores de la comida francesa que su madre preparaba a fuego lento, mirando en la tele a Julia Child. Creció ayudándola a hornear tartas de manzana glaseadas con mermelada de damascos, pero también con el fuego de la parrilla siempre encendido en el patio trasero de su casa y el sabor ahumado de las carnes, las verduras y los pescados que de allí salían rostizados. Creció con la ropa oliendo a humo y las conversaciones alrededor del calor envolvente del fuego. Creció, como si la comida fuera un puzzle, yendo a restaurantes e intentando, luego de probar los platos, deconstruir las recetas en su cabeza para después llegar a su casa a rehacerlas. Pero entonces nada de eso cobraba sentido. La señorita Parrilla soñaba con convertirse en médico.
Tip: No importa dónde vivas en el mundo. El éxito en la parrilla es 10 por ciento habilidades y 90 por ciento la voluntad de hacerlo.
La casa de Zapallar de Verónica Blackburn tiene una cocina enorme con ollas de cobre, hornos europeos, refrigeradores industriales y una vista espectacular a los roqueríos; tiene un gimnasio, una piscina y una cancha de tenis, pero no tiene parrilla.
-No uso la parrilla. No me gusta la carne, casi no la como.
-¿No tienes parrilla?, le pregunta Elizabeth.
-Tengo una pequeñita...
La parrilla de Verónica Blackburn no mide más de 30 centímetros, es de fierro fundido y tiene una manilla para transportarla de un lugar a otro como si fuera un canasto. En esa parrilla, su invitada, intentará asar unas costillas de cordero que antes aliñó con aceite de oliva, sal y hierbas francesas de la Provence, las favoritas de la dueña de casa.
Tip: Siempre ponerle una capa de aceite de oliva a las carnes, mariscos, pescados y verduras que vas a asar (no aceitar la parrilla). Así, los jugos naturales se quedan adentro, la carne no se deshidrata, y luego tienes una linda caramelización por fuera. Adobar con sal de mar y pimienta antes de poner a las brasas.
Rápidamente, la señorita Parrilla, entendió que la medicina no era lo suyo y dejó los estudios. Tenía tantos otros intereses, que buscó una carrera que le diera libertad y partió a París a estudiar francés. Ahí se hizo amigos cocinando raclettes y aprendió a hacer...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba