Mira quien viene por ahi: el Caballero de Paris, cuento de Manuel Diaz Martinez. - Núm. 43, Junio 2007 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 634506821

Mira quien viene por ahi: el Caballero de Paris, cuento de Manuel Diaz Martinez.

Ninguno como él.

Ni la Marquesa, mulata risueña, rumbera compulsiva, señora de la procacidad y el desparpajo como Changó del trueno, con echarpe y cartera de fantasía, sobrada de años, abalorios y perendengues, que fijó residencia en el Parque Central, punto fronterizo entre sus dos insondables, borrascosos señoríos: los barrios de Habana Vieja y Centro Habana.

No, como él, ninguno.

Ni Juan Charrasqueado, largo, óseo, bigotudo, menos garboso que una horqueta de tumbar mangos, con sombrerón mexicano, pistola de agua al cinto y guitarra de juguete que rasgaba a manotazos mientras profería rancheras a la entrada de los bares, donde era urgentemente recompensado por los parroquianos para que en paz los dejase consumir la copa y consumar la charla.

La Marquesa era una petardista de la verba barriotera y sólo admitía dadivas en billetes. Nada de inmunda calderilla. Juan era un extorsionador casi tétrico que chantajeaba con el ruido, pero se iba contento diéranle lo que le dieran.

El Caballero era otra cosa. Para empezar, no mendigaba. Prefería ramonear las sobras de las mesas en restaurantes y cafeterías, donde, por orden de Fidel Castro, podía comer gratuitamente lo que quisiera.

Aplatanado en una isla de simulacros, imposturas y trampantojos, este gallego de Lugo se hizo Caballero de París en La Habana, convirtiéndose inocentemente en contraparte de Alejo Carpentier, que era oriundo de Zurich y se hizo Caballero de La Habana en París.

El Caballero llegó a ser el mas genuino de los falsarios y el mas sensato de...

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