¿Ministros o ministerios? - 8 de Agosto de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 873886635

¿Ministros o ministerios?

Una muestra de lo equivocado que es el foco de los parlamentarios en asuntos de educación es la acusación constitucional que la oposición promueve contra el ministro del ramo. Anteriormente, en dos ocasiones, las respectivas mayorías opositoras lograron remover, primero a la ministra Provoste en 2008, y al ministro Beyer, en 2013.Al poco tiempo quedó claro dentro del sector educacional que en ambos casos la decisión adoptada había sido injusta y, además, inútil. Que habían primado intereses netamente político partidistas por sobre consideraciones educacionales y jurídicas.Y que, en vez de recurrir a la interpelación de él o la ministra para un razonable control político de su gestión, se había optado por simular un juicio e imponer una sanción a una persona con el único propósito de castigar políticamente al gobierno de turno.Es probable que en el caso del ministro Figueroa, de concretarse la acusación en curso, ello ocurra por el mismo, estrecho, cálculo político, más evidente aún esta vez. Cuesta creer que los parlamentarios, por ofuscados que se encuentren, piensen seriamente que el ministro ha actuado de manera dolosamente indolente frente a los embates de la pandemia y a las dificultades que enfrenta el sistema escolar.Es insensato; en vez de hacerse cargo del drama que vive el sector, se procede a aumentarlo, con la expectativa de un rédito político u electoral. Es un craso error. El ínfimo prestigio público y respaldo ciudadano de los parlamentarios tiene que ver, precisamente, con conductas atrabiliarias como la que comentamos.En el desempeño de mi trabajo académico he conocido e interactuado con la mayoría de quienes han ejercido el cargo de ministros de Educación en Chile durante los últimos 30 años. Además, he colaborado con ministros y ministerios de Educación en varias decenas de países alrededor del mundo. Creo conocer bien, por lo mismo, los enormes desafíos que ellos, mujeres y hombres, enfrentan: la megaempresa de la que se hacen cargo al asumir; las constantes crisis del sector que ellos deben administrar y que se repiten a lo largo del tiempo -"la moda de este año es escribir sobre el problema de la educación", escribía en 1762 el barón Melchior von Grimm, amigo de Rousseau y los enciclopedistas franceses- y las innumerables fallas organizacionales que padecen muchos de estos ministerios.En verdad, lo que más llama la atención no es una particular debilidad o falta de diligencia o de responsabilidad moral con los deberes...

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