México y la guerra narco - 22 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 647408781

México y la guerra narco

El audaz operativo de los JNG para llevarse a seis rivales, entre ellos supuestamente un hijo del "Chapo", donde no se disparó ni un tiro, muestra no solo la capacidad operativa, sino la determinación de los nuevos delincuentes para ganar espacio en un territorio, el del Pacífico, en el que reinaba el capo mafioso que ahora está preso esperando la extradición a Estados Unidos. La ruta de la droga y de los elementos químicos para elaborarla es el gran botín por el que los especialistas en seguridad mexicanos temen se desate una violencia mayor que la que ya se ha vivido en la región.

Desde que se inició la política de tolerancia cero contra los poderosos carteles de la droga, que permitió capturar uno a uno a los más importantes capos, la violencia no ha podido ser controlada. Es verdad que las muertes más que nada están en el lado de los delincuentes, pero también las fuerzas de seguridad han sido atacadas (acusadas en ciertos casos de violar derechos humanos) y cientos de civiles cayeron víctimas de las circunstancias. A pesar de que el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, intentó modificar la política de Calderón, en definitiva siguió con la estrategia de capturar el máximo número de jefes narcos, con lo que se produjo muchas veces el desmembramiento de los grandes grupos y la consiguiente guerra por controlar el territorio que dominaba el detenido. De unos pocos carteles, comenzaron a surgir nuevos líderes y células que se repartían violentamente el botín.

Lo que parece estar detrás del aparente secuestro del hijo de Guzmán es precisamente el dominio de una región bajo la égida del capo detenido, la que ahora sus hijos o sucesores deben "defender" de la ambición de los miembros del cartel JNG. El hecho de que fueran secuestrados y no muertos en el lugar es un indicio de que los mafiosos querían negociar alguna regalía de parte del "Chapo", que ya no puede controlar a sus secuaces desde la cárcel de alta seguridad. Los JNG tienen presencia en siete de los 32 estados mexicanos y sueñan con extender su dominio, habiendo ya desplazado a los carteles de los Zetas y los Caballeros Templarios.

Mientras la venta de droga sea un negocio tan lucrativo, y exista tan alta demanda en el mercado norteamericano (los narcóticos que consumen los europeos viajan por otras rutas), México no tendrá paz ni tranquilidad, puesto que la ambición de los narcotraficantes será siempre mayor que el temor a ser capturados o muertos.

Complejo legado en el Medio...

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