Menor demanda eleva a $6.294 el costo promedio de cada viaje en buses del ex-Transantiago, y peso del subsidio llegará al 75% de los costos de la operación del sistema este año
En el momento más álgido del confinamiento en la Región Metropolitana, cuando a mediados de mayo las autoridades decretaron la cuarentena total, la demanda por transporte público se desplomó y cayó en un 90%. Pese a esto, la oferta del sistema se redujo solo un 25%, es decir, el otrora Transantiago siguió operando con una capacidad similar a la que en tiempos normales tiene durante los meses de verano, ya que tal como sucedió unos meses antes, tras el estallido social, la intención de la autoridad fue garantizar la movilidad de las personas que desempeñan labores esenciales que no podían suspenderse a causa a la pandemia, como la salud, los servicios básicos o los supermercados, entre otras.Claro que la acción combinada de estas dos situaciones, es decir, una alta disponibilidad del transporte de superficie y un bajo uso, tuvo un efecto inmediato: un alza exponencial en el costo de cada viaje. De esta forma, si en septiembre del año pasado el costo promedio por viaje validado era de $981, en junio de este año llegó a nada menos que $6.294. Sí, lee bien (ver gráficos).El director del Centro de Datos del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Rodrigo Troncoso, que accedió a las cifras históricas de la operación de la actual Red Metropolitana de Movilidad, explica que tanto los efectos de las movilizaciones sociales que comenzaron en octubre pasado, y ahora los de la pandemia, constituyen shocks transitorios para este sistema y que la tendencia al alza del costo por viaje, que hasta marzo fue más bien moderada, entre los meses de abril y junio se disparó, producto de la abrupta caída en el número de usuarios."El número de validaciones en el sistema muestra una tendencia sostenida a la baja desde 2009, la que aunque había tendido a estabilizarse en los últimos años, a partir de octubre y noviembre del año pasado retomó el ritmo de caída, debido a la interrupción del funcionamiento de la ciudad. Sin embargo, a partir de marzo se produjo un desplome, con una contracción cercana al 90% debido a la crisis sanitaria, pero con un servicio de bus y metro que siguieron funcionando con una regularidad similar a la de tiempos normales. Los sistemas de transporte están diseñados para ser masivos y esta escala tan pequeña de uso es la que hace que los costos por usuario parezcan absurdos, porque son muy altos, pero se entiende que estamos en una situación que no es normal y que debería revertirse una vez que pase el problema sanitario", asegura.En junio de...
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