Melvin Rey - 11 de Agosto de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 736430849

Melvin Rey

-"'Traicionera' empezó a sonar fuerte en las radios del norte [...] por primera vez [Américo] alcanzaba algo parecido al éxito [...] pero esta vez en solitario, lo que precipitó entre otras cosas un quiebre importante con su padre".Melvin arruga la mirada mientras limpia su boca con una servilleta. Sus ojos están cubiertos con lentes de contacto color verde y hay joyas doradas en sus dedos, en sus muñecas y colgando de su cuello, contrastando con su piel morena y la ropa que lleva puesta como si estuviera a punto de saltar a un escenario: pantalones negros, calcetines negros y zapatos negros de charol terminados en punta.-"Años después, cuando tuvo su primera gran entrevista [...] el cantante fue consultado sobre su relación con su padre. Y lo que dijo fue que le hubiera gustado haber tenido un padre más que un colega de profesión".Melvin interrumpe el relato para decir que sus cercanos se lo advirtieron: le dijeron que las confesiones de Américo eran duras, que le harían daño y que tal como lo hizo Luis Miguel con su padre en su serie biográfica para Netflix, este libro era una pasada de cuentas de su hijo.-"Melvin negoció una nota en el diario donde aparecía sentado en la mesa del comedor de su casa, como a punto de llorar mirando las fotos de su hijo cuando era niño. 'Mi hijo es un ingrato', rezaba el titular [...] y no demoró mucho en llegar a oídos de Américo, que levantó el teléfono para una vez más aclarar las cosas con su padre [...] Empezaron a salir cosas guardadas de hace mucho tiempo. Lo del video, el trabajo infantil, la relación con su madre, los intentos de suicidio".Después de escuchar, Melvin se queda en silencio unos segundos. Luego dice:-¿Todos los papás de los cantantes somos malos? El papá de Michael Jackson, el papá de Luis Miguel y ahora yo. ¿Sabe lo que pienso? Que con esto mejor que a ningún papá se le ocurra hacer cantar a su hijo.-¿Por qué no ha leído el libro, Melvin?-Por lo que me dijo la gente. Y también andan diciendo que con esto quiere hacer una serie. Eso es lo que más me preocupa, porque es lo que van a ver mis nietos. Yo voy a estar muerto quizá cuando salga, pero me van a recordar de esa manera. Eso me incomoda. Eso me va a doler.-¿Quedar como un Luisito Rey?-Claro. Porque que el que va a salir en la tele va a ser un huevón malo.El niño de oroMelvin Américo Vega Cadima, 65 años, vendedor ambulante de cd's, llegó tarde al lanzamiento del libro de su hijo en Arica. Se sentó al final, dice, por eso y porque tampoco tenía un lugar asignado. En el lanzamiento oficial en el GAM ni siquiera estuvo presente. Esa vez, al momento de saludar a su familia, Américo excusó la ausencia de su padre con una broma al final: dijo que bastaba con nombrar a Melvin para que este le cobrara derechos de autor.Son las once de la mañana de un miércoles y Melvin Vega está parado frente a la casa de calle Lauca, en el parque del mismo nombre, en la población San José de Arica, recordando los años en que Américo transitaba ferias y escenarios bajo su alero.-Aquí comenzó todo -dice Melvin.Fue a fines de los años 80, cuando luego de transitar como allegados o pagando por habitaciones, Melvin arrendó esta casa junto a su esposa de entonces, Leyla Urzúa, y los tres hijos del matrimonio, Darwin Jesús, Sandra América y Domingo Johnny (Américo). La irrupción de Melvin en el barrio, recuerdan los vecinos, no pasó inadvertida: vestía trajes ajustados de colores y patillas largas con las que intentaba asemejarse al cantante argentino Sandro, dejando en evidencia los sueños que arrastraba desde su niñez junto a su madre, a quien ayudó económicamente trabajando desde su niñez.-Siempre soñé con ser artista -dice Melvin Vega, sentado frente al escenario del parque-. Pero me daba vergüenza. Cantaba y hacía imitaciones en la casa, pero si tenía que hacerlo frente al público, no me atrevía. No me sentía capaz.Por eso, dice, al llegar a la población prefirió desplegar su faceta de comerciante: vendió frutas, importó zapatos que traía desde Tacna, y se convirtió en vendedor de muebles y enseres domésticos. Esa última etapa coincide con el día en que Américo pisó un escenario, casi por casualidad, en enero de 1985. Fue cuando su hermano mayor, Darwin, se negó a participar en el concurso de canto del festival del Parque Lauca. Desesperado, Melvin llamó a quien sería conocido como Américo, Domingo, de entonces 7 años, para que reemplazara a su hermano. Le dijo que cantara esa canción que sabía de memoria, "Palabra de honor", de su ídolo de entonces, Luis Miguel. Domingo le dijo que sí, que lo haría, pero con una condición: que al bajar del escenario le regalara la ropa de su ídolo.La presentación de Domingo, recuerdan los vecinos, fue sobrecogedora.-Cuando terminó la gente me felicitaba...

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