Un café con los Melnick
Sergio Melnick, el futurólogo, el ingeniero comercial, el comentarista político, el esotérico, quien fuera ministro de Odeplan en los 80, el empresario que hoy asesora servicios del Estado, bancos, retail, empresas de telecomunicaciones y políticos, es una persona de emociones marcadas. Dice lo que piensa. Escribe lo que cree. No disfraza lo que opina. Si no se sintió cómodo, lo dice. Si algo no le gustó, lo aclara. Sergio Melnick es abrumadoramente sincero: lo es en el mail que envió y lo es también en la entrevista que dio, aunque parezcan dos personas distintas.
Acaba de escribir, junto a su hermano Jorge, Infierno o paraíso, un libro de 350 páginas con las que ellos consideran las ideas fundamentales del siglo XXI: la conexión del universo y la civilización, la globalización y el gobierno mundial, la mente tecnológica colectiva, la definición de la naturaleza, los nuevos modelos educativos y la especie humana, entre varios otros temas.
Jorge, dos años mayor, más flaco, sin barba y aparentemente más convencional, es un destacado astrónomo de la U. de Chile e investigador del Observatorio Europeo Austral, donde se especializa en la formación estelar violenta, la explosión de estrellas y la evolución de estrellas masivas.
-Este libro tenía que escribirlo con alguien que verifique todos las cosas -dice Sergio Melnick sentado frente a Jorge. Ofrece café, té y desmenuza hasta las migas de un queque de zanahoria para que lo compartamos entre los tres.
-Yo soy un poeta y él es un científico -añade.
-¿Usted escribe poesía?
-No, soy un poeta de la vida.
Tienen otra hermana, Raquel, que vive en Israel, y son muy apegados a su madre, Alegre, una eximia cocinera de la gastronomía sefaradí que enviudó demasiado temprano.
-Somos unidos en el sentido de que ambos tenemos claro que nada importa más en la vida que la familia -dice Jorge.
-He leído lo que se ha escrito sobre usted Sergio, y sabemos muy poco de la persona que está detrás del personaje.
Silencio.
-Dime qué quieres saber.
Sergio Melnick, amable, con genuino interés, antes me preguntó si tengo hijos, cuántos son, de qué edades, de cuántos maridos, y me da el dato de una doctora que hace biomagnetismo. Sin embargo, cuando se le devuelven las mismas preguntas, o cualquiera sobre su vida personal, reacciona con recelo. Apenas dice que tiene un solo hijo y que se casó tarde, a los 39.
Los hermanos Melnick han pasado los últimos dos años preparando este libro, poniendo en palabras las preguntas que los que influyen en la sociedad, los políticos, debieran estar intentando responder, pero que no toman en cuenta, dicen.
-El libro, ¿lo miraste? -pregunta Sergio.
-Lo revisé, pero no lo leí entero.
-Al que se lo lea entero, le tenemos que dar un premio especial -bromea Jorge.
Partió siendo un compendio de 300 ideas que se redujeron a 20 claves que, explica Sergio Melnick, permiten entender lo que pasó en el siglo XXI "que no son ninguna cosa nueva".
-Sergio, ¿en quiénes pensaron como lectores?
-Es súper bueno para los estudiantes y...
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