El mejor buceo en Fernando de Noronha - 28 de Julio de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 450830194

El mejor buceo en Fernando de Noronha

En Noronha la riqueza marina es tan abundante que no es raro estar bañándose en una playa como Conceição -caracterizada por estar a los pies del Morro do Pico, ícono postal de la isla- y que, de pronto, una gran ola bote a la arena cientos de sardinas -el alimento predilecto de los tiburones-, las que quedan saltando en tal cantidad que es fácil metérselas de a montones en la polera para luego comérselas bien fritas en la casa, como suelen hacer algunos noronhenses.

Hay una playa en específico, la protegida bahía de Sueste, ya dentro del Parque Nacional Marino -que es el 70 por ciento del archipiélago-, donde uno puede estar nadando mientras varios tiburones pasan a centímetros. En serio. Todo depende de las sardinas, finalmente. Si andan cerca, habrá tiburones rondando. Ahora, en Sueste -que también es el principal sitio donde se alimentan las tortugas marinas- los tiburones que merodean las orillas son generalmente cazones, o crías de tiburones (otras especies comunes de Noronha, como el tiburón de arrecife o tigre están en zonas un poco más alejadas de la costa). Los cazones miden unos 50 centímetros y, de verdad, son inofensivos, sobre todo porque aquí tienen alimento de sobra. Y además, porque en rigor los seres humanos no forman parte de su cadena alimentaria.

Toda esta introducción es para decir que en Noronha no es necesario bucear con tanque de aire para encontrarse con tiburones, rayas, tortugas marinas y peces de colores. Uno mete la cabeza con una máscara de esnórquel y ya está: un auténtico zoológico marino a la vista. En la pequeña playa del puerto, por ejemplo, se ven rayas prego (una de las más comunes, de piel generalmente plateada) y tortugas marinas casi todo el tiempo: siempre andan merodeando por allí porque, claro, esperan la llegada de los botes con la pesca del día.

Ahora, si uno quiere llevar la experiencia mucho más allá, entonces hay que sumergirse sí o sí a mayor profundidad (en realidad, esto es casi una obligación en Noronha). Y para eso, el primer paso son los bautismos submarinos. Es decir, una experiencia en la que un principiante bucea a una profundidad máxima de 12 metros y tiene una primera aproximación al mundo submarino.

Hacerlo en Noronha es, por cierto, agradable: la visibilidad alcanza hasta 50 metros y la temperatura del agua ronda los 25 y 26 grados todo el tiempo.

Los catamaranes zarpan mañana y tarde desde el puerto hacia los dos sitios de buceo más frecuentados por principiantes, que se alcanzan...

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