La medida de lo posible - 12 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 577740622

La medida de lo posible

Cuando pase el tiempo, esta reunión será recordada como uno de los acontecimientos de su segundo gobierno.

¿Qué significa el realismo a que llama la Presidenta? El realismo es, por supuesto, el apego a la realidad. Pero, ¿qué es la realidad?

¿Se trata de algo indócil a los deseos y propósitos humanos, algo, en suma, que tiene un núcleo inconmovible al que es necesario adaptarse para así, paradójicamente, cambiarla? ¿O se trata en cambio de algo que los mismos seres humanos definen socialmente mediante una compleja trama de interpretaciones culturales y de luchas?

Ambos puntos de vista han inspirado a la política.

Durante décadas la élite concertacionista y de derecha creyó la primera alternativa. La realidad estaba allí enfrente, y si se quería modificarla, era imprescindible conocerla y, paradójicamente, someterse a ella. Entonces los técnicos y los expertos fueron fundamentales. Esos años (desde la dictadura y hasta Piñera, nada menos) imperaron los economistas, quienes dictaminaron cuáles eran los límites de lo posible. El resultado de esa hegemonía fue el deterioro de la política, la sustitución del debate por las comisiones de expertos, del político por el técnico, y, sin embargo, una aburrida y lenta prosperidad.

Con la llegada de la Presidenta Bachelet ganó influencia una nueva élite intelectual. Y la balanza se comenzó a inclinar en favor de la segunda alternativa. Los límites de lo posible, se creyó ahora, se definían socialmente. La sociedad (como diagnosticó un reciente informe del PNUD) se politizó y lo que antes parecía límite, desde la Constitución a los supuestos del mercado, ahora fue una invitación al cambio. Los ciudadanos, se pensó, por fin recuperaron su sitio, y los expertos y los técnicos dejaron de tener la última palabra. La realidad podía definirse socialmente. Los años de la Concertación se miraron con cierto desdén, como si, por mano de los expertos, se hubiera ejecutado en ellos una traición cotidiana.

Ese cambio de concepción explica al gobierno de la Presidenta Bachelet.

Explica, desde luego, que en vez de contener las expectativas se las alentara; que se viera en las movilizaciones sociales un fracaso subterráneo de la modernización y no un signo de...

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