Mediático regreso de Cristina - 18 de Abril de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 632682637

Mediático regreso de Cristina

Su estrategia pudo ser eficaz, o más bien efectista. No le dirigió la palabra al magistrado, se negó a responder preguntas y entregó dos escritos, uno con sus descargos y otro con una recusación al juez por "manifiesta enemistad" y lo tildó de parcial, incompetente y arbitrario. Pero apenas salió a la calle volvió a ser la misma Cristina del poder: habló durante una hora, arengó a los militantes, se comparó con Juan Domingo Perón e Hipólito Irigoyen, y, en un claro intento de amedrentar tanto a jueces como al gobierno, hizo alarde de su capacidad de movilización popular. Ahora, que tenga efecto en el largo plazo puede ser más dudoso.

El peronismo está fuertemente dividido y ya no parece ella capaz de liderarlo; por el contrario, se ven los esfuerzos de sucesores por encontrar dirigentes que no estén en su círculo ni en el de La Cámpora, el movimiento de su hijo Máximo. No se vio en la manifestación afuera del juzgado ni a un Daniel Scioli, ni a gobernadores ni legisladores ni alcaldes de renombre. Estaban algunos de sus más allegados ex ministros y el inefable Amado Boudou, quien tiene sus propios líos con la justicia. Era evidente que quienes están jugando las cartas políticas hoy, esos que le dieron el apoyo en el Legislativo a Macri para eliminar el "cepo cambiario" y renegociar con los holdouts , no están disponibles para seguirle el juego a Cristina. Por ejemplo, el gobernador Juan Manuel Urtubey, una de las estrellas emergentes del PJ, recibía a Macri en Salta, en el mismo momento que Cristina pronunciaba su alocución, y declaraba que no la veía "como candidata para 2019". Si la intención de la ex Mandataria es realmente encabezar un "frente ciudadano" en contra de las alzas de tarifas y los despidos del sector público, tendrá que salir al paso de las críticas a su gestión, que llevó al país a la crisis actual. Pero, sobre todo, deberá sortear exitosamente las causas por corrupción en las que hoy está involucrada. Y esos procesos pueden ser de largo aliento.

No parece muy difícil sospechar que la ex Presidenta busca politizar los llamados de la justicia. Quizás como estaba acostumbrada a manejar jueces, piensa que ahora todo lo que ella está viviendo es un "complot" tramado desde la Casa Rosada. Los casos en los que se la investiga son de diverso calibre, y mientras el de la venta de dólares a futuro podría ser débil, no lo parece así el de lavado de dinero, en el que fue imputada tras las declaraciones del "valijero" Leonardo Fariña...

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