Martita Serani - 11 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 847194283

Martita Serani

» Siempre hubo mucha labor en la cocina de mi casa familiar: castañas que pelar, lúcumas que pasar por cedazo, claras batiéndose, habas o porotos granados que desgranar. Siempre supe que mi vocación sería cocinar, pero nunca tuve claro cómo ni cuándo lo haría, solo sabía que era mi pasión.» Mi carrera en la cocina nació de las oportunidades que la vida me fue dando. Nunca planifiqué nada. Todo se dio de manera natural y fortuita. Empecé dando clases de cocina recién casada cuando con mi marido (Gonzalo, mi gran apoyo) vivimos en Iquique. En los años 90 fui un crack dando clases de cocina, pero ahí empecé a formarme más profesionalmente. El salto y la "fama" vinieron cuando empecé a colaborar con recetas para la revista Ya. Fue una vitrina espectacular. Y gracias a eso me hice conocida y empezaron los libros. Y paralelamente empecé con la banquetería y la crianza de seis hijos ultra seguidos. Miedo a crecer y a dar el siguiente paso siempre hubo, pero todo ha sido lento y seguro.» Siempre he creído que la cocina nos une, no solo alrededor de la mesa, si no en torno a la faena misma, desde que nos decidimos qué preparar, la ocasión y la estación en la cual cocinaremos. Y ahora lo hemos vivido aún más durante la cuarentena. A la cocina hay que darle la importancia que se merece, no es un mero trámite. Es un momento para reunirnos a compartir una buena conversación.» Tuve la suerte de que la vida y el destino me pusieran en el camino a las personas adecuadas. Primero, mis ayudantes en las clases. Y cuando di el salto a la banquetería, ahí ha estado mi incondicional Raúl (Espinoza): jefe de los garzones, gran cocinero, gran líder innato frente a un tremendo equipo. Empezamos haciendo comidas chicas en las casas de empresarios, con muchos chascarros debido a la falta de experiencia, y de a poco fuimos creciendo hasta llegar a matrimonios y eventos. Hemos formado equipo aprendiendo a delegar, confiando en las capacidades de cada uno, tratando de crear el mejor ambiente de trabajo a pesar de la adrenalina y el estrés que los eventos producen, y a pesar de estar siempre con la sensación de trabajar...

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