Martínez reconoce histórico triunfo de una mujer comunista como presidenta de la CUT
Los resultados entregados en la tarde por el Colegio Electoral Nacional, con 38 de las 56 mesas escrutadas (53%), establecían los siguientes resultados:
Lista A, liderada por Nolberto Díaz (ANEF-Concertación) 63.826 votos (16%); lista B, liderada por Bárbara Figueroa (PC) 167.306 votos (43%); lista C, liderada por Fabián Cantillana 2.427 votos (1%), y lista D, liderada por Arturo Martínez (PS), 159.010 votos (41%).
Votación indirecta
Estas cifras no significan que fueron a votar casi 400 mil personas. Por el contrario, estos votos no son emitidos directamente por trabajadores, sino por dirigentes que sufragan en representación de afiliados que estarían con cuotas al día.
"Estoy reconociendo que la lista B tiene más votos que la lista D y quiero también señalar, como candidato y presidente actual de la CUT: este es un proceso ejemplar y por eso he querido reconocer la mayoría de la lista B, porque hay que cuidar a la Central y fortalecer este mecanismo. Las elecciones se ganan con votos y no con escándalos ni con descalificaciones", dijo Martínez, al aludir a las críticas formuladas por Cristián Cuevas, integrante de la lista ganadora, quien denunció irregularidades.
La candidata electa agradeció el reconocimiento de su triunfo por parte de quien ha liderado la multisindical por 12 años. "Chile está cambiando y lo que iniciamos hoy será un proceso del que todos seremos parte y a nadie podemos restar de este esfuerzo unitario", indicó.
Figueroa encabezó la lista B en los comicios para elegir a 60 Consejeros Nacionales, quienes, a su vez, definirán los 12 cargos de la directiva, entre ellos la presidencia de la organización. La dirigenta del magisterio ya se autoproclama como "la primera presidenta mujer de la CUT".
En declaraciones a "El Mercurio", señala que se inicia una nueva etapa en la Central: "Durante casi 20 años hemos vivido un tiempo donde el sindicalismo ha actuado con la lógica de avanzar en la medida de lo posible. Es decir, no avancemos más porque eso puede significar un retroceso. Y eso, que pudiera ser correcto y necesario en un momento, hoy no puede representar el sindicalismo que requerimos para tiempos en que Chile está en un proceso de movilización y agitación constante", asegura.
Y detalla que "las demandas actuales del sindicalismo plantean como gran telón de fondo la necesidad de reformas políticas en Chile para avanzar en demandas históricas como el derecho a negociación colectiva real para todos los trabajadores...
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