Martina Barros de Orrego: Pionera de la escritura femenina - 15 de Enero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 658013817

Martina Barros de Orrego: Pionera de la escritura femenina

Con estas palabras, Martina Barros de Orrego (1850-1944) se refiere en "Recuerdos de mi vida" a la arriesgada y pionera odisea que protagonizó -junto a su marido, el doctor Augusto Orrego Luco- para ver a la legendaria actriz francesa en 1886, en el Teatro Municipal de Santiago. En su volumen desempolva otras reveladoras anécdotas de esa función: "Felizmente Augusto y yo habíamos crecido leyendo a John Stuart Mill y muchas veces habíamos comentado los capítulos de su 'On Liberty', en el que estigmatiza, como uno de los mayores males del mundo moderno, la tiranía de la costumbre ante la cual se rinde todo el mundo, ante la cual seres de inteligencia superior capitulan. Ambos estimamos que este caso nuestro era uno de los en que debía ser vencida la costumbre, aún más, que era obligatorio el desdeñarla y Augusto tomó dos abonos en platea. Fui, pues, por eso yo la primera señora que ocupó, en el teatro, un sillón de platea. Como entonces la clase media era muy pequeña e iba muy poco al teatro, en muchas de las representaciones de Sarah Bernhardt fui la única mujer en la platea. De más está decir que nos criticaron mucho, tanto a Augusto como a mí, pero en cambio teníamos el agrado de asistir a esas representaciones que, de otro modo, no habríamos conocido".

Considerada una de las primeras intelectuales y memorialistas chilenas, Martina Barros de Orrego también fue una de las mujeres más fascinantes de mediados del siglo XIX y mediados del XX: dueña una envidiable cultura literaria, tremendamente sociable y testigo privilegiado de los principales acontecimientos históricos de nuestro país.

Hija de Eugenia Borgoño y de Manuel Barros Arana, un hombre "muy liberal y me parece que un tanto descreído", señala la propia Martina en sus memorias "Recuerdos de mi vida" (1942), y nieta de Diego Antonio Barros -el más rico comerciante de su tiempo, amigo de O'Higgins y de Portales-, tras la temprana muerte de su progenitor fue educada por su ilustre tío: el destacado historiador y hombre público Diego Barros Arana, quien le dio una apertura inusual para las jóvenes de la época y estimuló en ella la pasión por las bellas artes. Martina se convirtió en una personalidad de avanzada y fue pionera en publicar un libro sobre su existencia. También lo fue en su afición al teatro y a la poesía.

La historiadora Valeria Maino, autora del volumen "Testimonios del yo", advierte a "Artes y Letras" que hacia fines del XIX y principios del XX nacen en Chile...

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